Jesús Alberto Cervantes Villegas. Manos mágicas

Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980)

Es Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz.

Manos mágicas

Los escritores representan el puente entre los sentimientos del corazón

y el exterior de nuestra humanidad.

Aprendí a leer y escribir casi al mismo tiempo a la edad de 6 años, en aquella época quizás las primeras grafías que escribí fueron mamá y papá, palabras muy significativas y que me permitían comunicarme y satisfacer mis primeras necesidades personales.

Con el paso del tiempo en la escuela primaria, sin darme cuenta y por medio de diversas estrategias realicé actividades para ejercitar la habilidad escritora a través de cuentos, poesías, refranes, chistes, biografías, cartas, posteriormente en la educación secundaria y bachillerato amplié este panorama sobre personajes ilustres de México y otros países, fue un tiempo memorable en escuchar a los profesores de español, historia y literatura narrar las hazañas de distintos personajes, autores y acontecimientos relevantes que fomentaban el hábito de la lectura, mi imaginación y enorme deseo por escribir.

Ingresé a la escuela normal y a la universidad con las mayores intenciones de formarme como profesor de educación primaria y ejercer también en el nivel medio superior de acuerdo a los perfiles de aquel momento, es aquí el mágico momento en donde poco a poco gracias a la lectura de autores pedagógicos como Margarita Gómez Palacios, Silvia Schmelkes del Valle, María Antonia Casanova y literarios como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Fernando Savater y William Shakespeare poco a poco posibilitaron la construcción de un mundo fantástico, empapándome en sus enfoques y lógicas que me facilitaron comprender mejor la realidad y la fantasía, una combinación idónea para comenzar a escribir, leer y echar a volar mi imaginación, estoy de acuerdo que la escritura es una habilidad que se va perfeccionando con el paso del tiempo, enfatizando la lectura como la mejor estrategia para su consolidación, por encima de cursos de redacción.

Del 2004 al 2021 he tenido la fortuna de escuchar ponencias y presentación de libros en distintos lugares y a través diversos medios, de escritores que en mi propia realidad y espacio los he nombrado como manos mágicas, esta idea nace a partir de su gran capacidad de enseñanza y de transmitir sus conocimientos y experiencias por medio de sus textos no importando que pertenezcan al ámbito literario y/o pedagógico, ya sea en español o inglés.

Con nostalgia recuerdo grandes conferencias y seminarios impartidos por Sandro Cohen, Alicia de Alba Ceballos, Margarita Gómez Palacios, Olac Fuentes Molinar, Marcos Antonio dos Santos Reigota, Thomas S. Popkewitz, Rosa María Torres, Ángel Díaz Barriga, Gonzalo Valenzuela Ramírez, por mencionar algunos que no solamente han permeado mi quehacer docente, mi gusto literario, y el desarrollo de mi imaginación que es mi mayor tesoro como individuo, sino que además he conservado el recuerdo de estos eventos por medio de una fotografía con ellos, en la pared de mi casa, espacio que he nombrado como el muro de los escritores.

Día con día, ver esta pared llena de cuadros y un servidor junto a ellos me motiva a continuar leyendo, a escribir todo lo que pienso, hablo y siento, a crecer constantemente y dar lo mejor de mí, los escritores son mis modelos a seguir en el campo educativo y literario, son ellos quienes iluminan mi existencia, brindando un significado a mi vida, son la sal y pimienta de las sociedades, aportando alegrías, tristezas, primaveras, veranos, otoños e inviernos.

Que poderoso es el lenguaje en sus distintas expresiones, pero especialmente el lenguaje escrito que permite al hombre expresar a las mujeres sus sentimientos y admiración total. No quiero terminar este párrafo sin mencionar que mis padres son mis héroes, guías y maestros también.

Es un regalo del cielo ser escritor refiriéndome al libro de “Vivir para contarlo” de José Gabriel García Márquez, es una maravillosa actividad que te permite plasmar tuis ideas, recuerdos, fantasías, es el perfecto balance de la realidad con el mundo simbólico, posibilitándote cientos de formas de pensar para resolver tus retos, personalmente este ejercicio intelectual me permite reflejar mi cotidianidad con el mundo exterior y mis sentimientos, representa la más valiosa oportunidad de diálogo permanente con todas esas figuras que no tuve la oportunidad de conocer.

Muchas personas piensan y resaltan que la literatura proviene únicamente de la imaginación y sueños de los escritores, no facilitando o teniendo una utilidad práctica, permítanme responderles lo equivocados que están, y los invito a leer “El coronel no tiene quien le escriba”, “Los de abajo”, “Los albañiles” “Ética para amador” “El principito” “Cartas a quien pretende enseñar” “20 poemas de amor y una canción desesperada” por mencionar algunos libros, en donde a través de sus párrafos y episodios me han evocado un sinfín de sentimientos, posibilitando mi lado socio-emocional, formándome integralmente y siendo capaz de resolver mis desafíos, las dificultades diarias y el desarrollo de mi imaginación que me favorece encontrar la solución según el contexto.

No quiero dejar de mencionar también a la profesora y escritora María Marcela González Arenas, mujer destacada que es responsable de una parte importante de mi formación, gracias a sus discursos y enseñanzas durante el desarrollo de la maestría en educación de la Universidad Pedagógica Veracruzana, en donde fungió como docente y coordinadora general, me posibilitó un sinfín de miradas y lógicas hacia la mujer, mostrándome el valor que representan en nuestra sociedad, en los impedimentos que presentan día con día, en los estigmas que en muchas ocasiones por su condición, vulnerabilidad o actividad que desempeña son señaladas, resaltándome en apostar por ellas y reconocerlas en sus distintas facetas como madres, esposas, hijas, profesionistas, etc.

Probablemente soy el fan número uno de todas las mujeres, pues de una nací y gracias a mi madre en la narración de cuentos y el canto de canciones formé mis altas expectativas a la lectura, siendo ella mi primera maestra en la lecto-escritura, herramienta que utilizo diariamente para comunicarme con múltiples propósitos.

Hago una invitación permanente para que utilicemos el lenguaje en sus distintas formas y funciones, para ello me apoyo en la frase de Ludwig Wittgenstein “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” que representa un pilar de la importancia del desarrollo apropiado del lenguaje y de su uso correcto en nuestros variados entornos, por consiguiente soy de la firme idea que todos somos responsables del fomento, siendo docentes, directivos, padres de familia fundaciones, instituciones, autoridades de distinto nivel, medios de comunicación, etc.

Atrévanse a escribir, hagan este ejercicio con distintos fines, que no solamente sea una práctica que se limite o propicie en los espacios escolares, sino también fuera de ella, escribamos cartas, ensayos, chistes, poemas, adivinanzas y notas, utilicemos diversos medios para tal encomienda, seamos un país no solo de lectores, sino de escritores efectivos.

No quiero concluir estas ideas sin recordar a estos inolvidables escritores nacidos en México y que dejaron un legado a través de sus textos, promoviendo además una identidad propia como nación, algunos de ellos son Octavio Paz, José Vasconcelos, Mariano Azuela, Juan Rulfo, Sergio Pitol, Juan José Arreola, Amado Nervo, Rosario Castellanos, Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Carlos Fuentes…