JESUS ALBERTO CERVANTES VILLEGAS. La vejez ¿Fin o plenitud de la vida?

Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980)

Es Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz.

LA VEJEZ ¿FIN O PLENITUD DE LA VIDA?

Para mis cabecitas de algodón (Doña Chuy y Don Alberto)

que me han proporcionado filosofía y sabios consejos durante toda mi vida.

La etapa de la vejez en el ser humano no constituye el punto final de la vida, sino que es un periodo de vida que representa un punto de análisis y reflexión para identificar las diversas actividades y metas logradas, evidentemente en las personas no existe un parámetro estándar para determinar cuáles son las metas que cada quien debió obtener, por lo que estamos hablando de distintas realidades u objetivos alcanzados según la vida y necesidades particulares.

En este momento de vida del hombre y la mujer en ocasiones es el resultado de sus etapas previas y de múltiples factores como son una adecuada y balanceada alimentación, de la práctica constante de algún deporte, de no haber consumido drogas, de socialización, así como no padecer enfermedades degenerativas que repercutan en algún tipo de dificultades en su desarrollo.

Es importante resaltar que este periodo de vida comienza después de los 65 años, pero clarificando que el envejecimiento se empieza a dar paulatinamente a partir de los 30 años de edad, presentándose diversas características de distinta índole, pero enfatizando que para su mejor comprensión se puede dividir en aspectos físicos, cognitivos y psicosociales.

Parto del concepto que el envejecimiento desde el posicionamiento genético es medular del proceso de desarrollo, ocasionando que el cuerpo humano se deteriore progresivamente y al paso de los años se vayan perdiendo habilidades y funciones, lo cual no está sobre determinado por igual en las personas, refiriéndonos al punto de vista físico y a la disminución de las capacidades y de los sentidos como son la visión, audición, gusto, cambios motores (sistema sensoriomotor) y del sistema nervioso e inmunológico que nos permiten una mejor calidad de vida, por lo tanto es relevante el cuidado en este aspecto.

El aspecto cognitivo debe de tratarse apropiadamente, debido a que los aspectos del ciclo de vida como lo son: aprendizaje, atención, memoria, lenguaje, pensamiento, razonamiento, creatividad y sabiduría van progresivamente disminuyendo, lo cual merma en la integridad y autonomía de los seres humanos, puntualizando la memoria a corto y a largo plazo que le permiten a los individuos realizar diversas actividades y diferentes funciones de su vida cotidiana, de forma especializada y sus diversos retos que enfrente.

Aquí es menester señalar a la experiencia que se va adquiriendo con el paso de los años que posibilitará a las personas la resolución de sus problemáticas, otorgándole mayor jerarquía a este aspecto sobre la fortaleza física y del eminente deterioro neurológico. Es recomendable en este periodo de vida actividades y ejercicios intelectuales para estimular su inteligencia y capacidades mentales, me gusta abundar que la gran variedad de ejercicios cognitivos ayudará al mejor desenvolvimiento y permanencia de las funciones mentales.

En lo psicosocial hay que decir que es un momento del hombre en donde también se le permite comprender su trayectoria y a su vez analizarse a sí mismo y en el caso de ser positiva su valoración se logra la virtud que es la sabiduría sobre lo que han vivido y les facilita el resolver diversas situaciones personales y orientar a los demás en caso de ser necesario.

Es prioritario en este punto que las personas socialicen y continúen estando cerca de grupos de amigos, familiares, clubes, nuevos retos, el fomentar su lado socioemocional que es un eje nodal en sus diferentes actividades. Erik Erikson constituye un referente aquí, ya que proporciona una teoría y propuesta para un mayor panorama y un mejor acompañamiento en cada una de las etapas.

La etapa de la adultez tardía es un momento de la vida en donde las personas pueden capacitarse en distintos rubros o disciplinas, siendo las actividades artísticas, deportivas, de esparcimiento y conocimiento actividades muy concurridas y de utilidad en su integridad y calidad de vida, propiciándoles beneficios sociales, afectivos y físicos, por lo que es necesario la promoción de las distintas instituciones o espacios que los fomentan bajo esta perspectiva.

Entonces el reto es permanente, el diseño de una gran variedad de propuestas interesantes, acorde a las diferentes capacidades y circunstancias, facilitará la participación e inclusión de los adultos mayores en todos estos programas. La vejez no es el fin de la vida, es la plenitud de ella, en donde por medio de experiencias y conocimientos sólidos eres capaz de enfrentar múltiples retos, posibilitando y acompañando a las generaciones jóvenes en la resolución apropiada de sus problemáticas.