Nuestras Vidas
Más cerca tu cuerpo
despertó mis ruinas.
El barco senil, despierta navega en el océano de tu piel,
…Y el hueco de tu espalda
tus pequeños senos,
hacen olvidarme de mis insomnes noches.
Ninfa de cabello borgoña, de vista sonora y antagónica…
tibio lecho de cabello incendia los géneros del alma mía,
a estas alturas de la edad amada,
hago versos
vaga el sueño,
en tu labio superior la coyuntura de la luz.
Átame a tu cuerpo
niña, mujer, ninfa, sílfide.
Se mi dueña, mi amiga
compañera y todo.
Olvida mis querellas
mis querellas, mis amarguras, mis desatinos.
No eres tú culpable de nada en esta blanca ternura,
existente en ti, en tu corazón
resulten inocuas mis palabras
ni te hieran, más debe vencer el amor siempre.
deshace mis vigilias
deja que crezca la simiente entre nosotros.
entre estas líneas de tinta, no busquemos perfección,
borra mi soledad con tu cariño.
No perdamos más tiempo, dame tus manos pequeñas,
tus pies breves, tus diminutas orejas y en tu voz …
y en tu voz, gime tenue,
en mi recorrido de tus vastas selvas del tupido vello.
Se el resplandor de aquel domingo,
siempre alumbra,
se viento lluvia, canto.
Con el color tan fino de tu pelo,
en este tiempo fermentado de mis años
para no ser ese hombre,
desdeñoso, sufriente,
que permeó la ignorancia en mucho tiempo
he hiciste renacer en ti,
en claridad de sintonía,
y el rubor me invade bajo el tálamo,
borgoña renazco y … logro terminar este poema.