Erik Iván Hernández Mendoza. Crónicas de un enfermero

 

Erik Iván Hernández Mendoza. (Ciudad de México, México/1974). Actualmente radica en la ciudad y puerto de Veracruz, Ver. Es Licenciado en Enfermería y Licenciado en Derecho, trabaja en el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz de la Secretaría de Salud. Realiza labor altruista en sus ratos libres y siente una atracción irresistible por las letras.

 

CRÓNICAS DE UN ENFERMERO

Un ayer inesperado, un hoy complicado y un mañana incierto…

Vive este día como si fuera el último, el pasado se ha ido, el futuro no está garantizado

Wayne Dyer

 

Nos agarró por sorpresa a todas las naciones, recordar que el primer caso fue en China, de ahí no tardó mucho en propagarse a cada continente, no ha respetado; edad, sexo, condición económica, ni raza, al inicio no había un tratamiento adecuado, ni mucho menos pensar en una vacuna que pudiera evitar más muertes. En los hospitales públicos y privados era un caos total, ya que no había camas desocupadas para hospitalizar a tanta población.

 

El costo de; cubrebocas, overoles, googlees, guantes, caretas, etc. llegó aumentar a más del 100 % de su costo, así como el material de limpieza, se perdieron muchos trabajos y la economía sufrió una afectación importante, inició el aislamiento, las familias dejaron de visitarse, dejó de haber reuniones sociales, la sociedad transpiraba miedo y temor de infectarse, ya que cada día morían y morían cada vez más personas de todas las edades.

 

El compromiso del trabajador de la salud, fue mayor, oportuno, eficaz, y responsable, fueron los primeros en la línea de la batalla, muchos de ellos se nos adelantaron, ¿qué les podemos decir a sus familias? nada o poco se pudo hacer por cada enfermera, médico, trabajadora social, o personal administrativo. así de rápido, así de fácil dejaron sus vidas, sus familias, sus sueños.

 

Días y momentos muy tristes, para todo el personal de salud que nunca abandonó su turno, su trabajo, su única fuente de ingresos, para ellos mi respeto y admiración. ya que sin ellos nada se hubiera podido hacer.

Qué decir del personal de enfermería, son los que están dentro de las unidades Covid, ellos que sin ningún interés personal han sabido utilizar su ética, su profesionalismo, y su capacidad para otorgar cuidados, han sabido estar al frente las 24 horas los 365 días del año, necesitan urgentemente ser valorados y darles lo que realmente necesitan, mejoras laborales.

 

Al día de hoy ya contamos con una variedad de vacunas, muchas personas ya han sido vacunadas y con ellas hemos podido observar que menos defunciones se dan por Covid-19, es una medida para disminuir las muertes por esta causa, aun así, tenemos que seguir con las medidas sanitarias correspondientes, no podemos cantar victoria, tenemos la obligación de cuidarnos.

 

Ha sido una buena labor por parte de la Secretaría de Salud, con ayuda de las fuerzas armadas para poder llevar a cada rincón de la República cada una de las vacunas y una vez vuelve aparecer la participación del personal de salud apoyando a esta causa, excelente también por ellos, que sin importar nada están ahí vacunando a cada persona, bien por ellos, felicidades, son también parte de un sistema de salud comprometido y oportuno.

 

Desconocemos qué pasará en el futuro, vivimos en la incertidumbre de no saber qué ocurrirá, ¿cuántos fallecerán más por esta causa? tantas y tantas respuestas que no sabemos, por ello debemos seguir con las medidas necesarias de sanitización.

 

Lo único que sí sabemos al día de hoy es que no nada más lo científico ha podido ayudar al ser humano en esta pandemia, la ciencia es importante para la sobrevivencia humana, es muy cierto, pero también la fe es importante, Dios, es mucho más importante…

 

Como se le llame, tiene diferentes nombres, pero al final es lo mismo, la fe ha jugado la parte más importante en esta situación, ya que sin ella no podríamos vivir, ni existir, la oración nos ha permitido mantener una comunicación abierta con el Creador, creo que muchos lo hacemos por necesidad espiritual.

 

Antes de iniciar cada jornada, una oración te abre el alma, disminuyen las dificultades, y las cosas transcurren de una mejor manera, la presencia de Dios y el llamado de Dios lo haces tú, y solamente tú, no necesitas ni tener saldo, ni tener wifi, es sólo abrir tu corazón y hablar con Dios.

 

Te invito a que lo hagas y te darás cuenta que es cierto, el ejemplo de esto lo podría resumir de la siguiente manera: hace unos días en el hospital tenía un paciente con un diagnóstico muy grave, saturación muy baja, hipotermia, bradicardia, con periodos de apnea, así llevaba varios días, sus familiares no aceptaron la intubación, toda su familia alrededor de su cama, sólo esperando su deceso.

Llego y veo esa situación, todo era llanto y gritos, me acerqué a la familia y al paciente, ellos me comentan que no puede fallecer el paciente, pero que ya estaba sufriendo mucho, lo único que les dije fue: -hagamos oración y pongamos en manos de Dios todo esto, hicimos oración todos alrededor de su cama, cada miembro de la familia se despidió del paciente, el ambiente cambió a una paz espiritual, el paciente dio su último aliento y partió… la familia quedó muy satisfecha y el entorno se notaba lleno de paz y tranquilidad, es así como podríamos describir la necesidad del ser humano de creer en Dios, ya que sin Él nada somos, y la oración es la llave maestra, para poder platicar con Dios. Gracias.

Correo electrónico: erikivan7755@gmail.com