- AGENDA EMPRESARIAL
Jorge Marcelino Alejo
En la memoria empresarial poblana, hay el antecedente de que empresarios incluidos los organismos que los representan, como el Consejo Coordinador Empresarial, fueron ninguneados en la era Morenovallista.
Una de las humillaciones más notorias de aquellos años, fue cuando el Gobierno Estatal le dio todo a la inversión extranjera (Audi) para que se instalara en territorio poblano. Disfrutó canonjías, facilidades, terrenos cuasi regalados, leyes a modo e incluso se le construyó su plataforma que costó una millonada.
De aquella indiferencia -y más que hemos dado cuenta en este espacio- les dolió mucho cuando pidieron, o mejor dicho, cuando se atrevieron a demandar trato equitativo para inversionistas locales. No hubo respuesta. La decepción que sufrieron fue mayúscula, pues además de no escucharlos, fueron ninguneados todavía más, porque de las pocas veces que se habló de trabajo conjunto con el Gobierno Estatal, las reuniones fueron con empresarios cercanos a su gabinete.
Pero ahora, en la nueva década de los 20´s del siglo XXI, cuando Eduardo Rivera Pérez vuelve a la palestra política en el Gobierno Municipal, de las primeras acciones que emprende antes de entrar en funciones en 4 meses adelante, fue desayunar con empresarios agrupados al Consejo Coordinador Empresarial.
El mensaje es claro, hay afinidad, hay entendimiento y el propósito es trabajar en equipo. Se trata de que los empresarios hagan negocios y el Gobierno Municipal procure ambiente adecuado para la inversión y la generación de empleo. Aún más, para que haya ingresos en las familias trabajadoras.
Visto de esa manera, por supuesto, el propósito está bien.
Y en ese sentido, esperamos que el sector empresarial tenga en manos un proyecto económico que valga la pena, se tiene que aprovechar el trienio tras mucho tiempo en la marginación. Lo que hagan tendrá que ser de gran beneficio socioeconómico para Puebla y su región.
De esa afinidad y entendimiento, tal vez brote un nuevo polo de desarrollo económico que traiga muchas oportunidades de negocios, y que la producción y la riqueza no se concentre ni en una rama industrial, ni mucho menos que las ganancias sean para unos cuantos.
Es evidente que las circunstancias son otras. Estamos en plena etapa de la Cuarta Transformación que emana del Gobierno Federal, y todavía muchas de las grandes decisiones vienen de la capital del país.
Por eso, será interesante ver la inversión empresarial que venga como respuesta a la indiferencia Morenovallista, aquella que una vez, los dejó fuera de los negocios.
M E M O R A N D U M
JITOMATE
Los agricultores de jitomate y otras verduras de la región de Tecamachalco, la mañana del lunes bloquearon la carretera federal Puebla –Tehuacán, en protesta porque les negaron acceso a la Central de Abastos de Huixcolotla, para vender su producción agrícola.
Cedieron el paso tras cinco horas de discusión, pero asentaron que buscan una bodega para vender sus productos del campo en esa central, pero que los intermediarios y bodegueros les impiden sus acciones, para presionarlos a venderles a ellos.
Se sabe de sobra, de la “tajada de león” que se lleva el intermediario no solo en frutas y verduras, sino en tantos y tantos productos, como artesanías, financiamiento, etc.etc.
El problema preocupa, no se trata de “grillas internas” como en ocasiones se les califica a los problemas que surgen en dependencias públicas, aquí se tiene una lacra que ahoga la economía de agricultores desde tiempo atrás, y que huérfanos del respaldo gubernamental, tienen que luchar contra fuerzas visibles e invisibles del intermediario.
¿Le competirá el asunto a la Secretaría de Economía, o a los gendarmes que con fuerza bruta acuden a desbloquear carreteras?
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