Se desató el infierno en Tecamachalco

Victor de Regil

 

El infierno se desató en Tecamachalco, en la misma tierra de la poderosa familia política Mier. Y es que, de acuerdo con las autoridades, todos los indicios confirman que el asesinato de tres agentes ministeriales en Tecamachalco fue una ejecución. La versión que ofreció el presidente municipal, Ignacio Mier Bañuelos, de que se trató de una “confusión”, no tiene ninguna verosimilitud. Es, como ha dicho el gobernador Miguel Barbosa, una “estrategia exculpatoria”.

Es Cierto que, directamente, al coordinador de la mayoría en San Lázaro, Ignacio Mier, el poderoso diputado federal no tendría por qué endilgarse responsabilidad.  Sin embargo, para nadie es un secreto que es él quien puso a su hijo como candidato.

Lo hizo, voraz, por su cercanía con el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del MORENA, Mario Delgado Carrillo. Los dos se repartieron a gusto muchas candidaturas, muchas de ellas en Puebla.

El lugar uno de la lista plurinominal al Congreso local lo ocupa su hija Daniela Mier Bañuelos. El imberbe Nachito junior es el alcalde de Tecamachalco.

Basta con conocer los testimonios y los hechos que son los que confirman que, en ese municipio del llamado Triángulo Rojo, se configuró un terrible coctel de violencia e inexperiencia política y administrativa de sus autoridades.

La soberbia fue también un elemento: las relaciones nacionales del padre del alcalde, el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velazco, hicieron suponer que el caso no trascendería al momento grave en que está.

Fue hasta el pasado lunes 22, aunque los hechos ocurrieron el viernes 19nen la tarde-noche, el papá Ignacio Mier Velazco habló del tema.

En una entrevista banquetera al salir de Palacio Nacional, con el rostro descompuesto y el ceño muy muy fruncido, pidió no adelantar juicios y consideró los hechos como “lamentables”. Dijo que respeta a la FGE.

El mismo día de los hechos, cuando lanzó su video el aún alcalde de Tecamachalco, Mier Bañuelos supuso o fue aconsejado de que con “entregar” a su secretario de Seguridad, Alejandro Santizo Méndez, ganaba el tema. esto no fue así.

El diario Reforma publicó una crónica de los terribles sucesos por demás desgarradora que nos hace ver lo que realmente sucedió en Tecamachalco.

“Los emboscaron; no hubo piedad”, se lee en la cabeza del material publicado en la página 4 de la edición de este 22 de noviembre.

El texto del reportero Óscar Uscanga describe:

“Pobladores de Tecamachalco, Puebla, que fueron testigos de la persecución y muerte de tres ministeriales a manos de policías municipales, relataron los momentos de terror y los disparos finales que frente a la iglesia del pueblo, acabaron con la vida de los agentes estatales.

“Un habitante de la cabecera municipal precisó que, previo al asesinato, patrullas municipales fueron vistas persiguiendo a la camioneta ministerial desde la Colonia La Villita, a 2 kilómetros del Centro, para luego subir por la Avenida Juárez y dar al menos tres vueltas entre balazos en la zona del Palacio municipal.

“‘Los emboscaron frente a la Iglesia, dan como tres vueltas alrededor de la cabecera municipal, pero ahí en la esquina de la Iglesia es donde los mataron. Los niños, locatarios y adultos se tiraron al suelo, los ministeriales ni dispararon, no hubo piedad’, contó”, relata la crónica.

Las (impublicables) fotos, como describí en la entrega anterior, tampoco dejan duda.

Hubo posición de tiro, como apuntó el fiscal, y disparo de gracia.

Fue como las ejecuciones del crimen organizado.

Los responsables, el propio Santizo, ya están en la Casa de Justicia de Tecamachalco. Los procesos están en marcha por homicidio calificado contra él y su escolta, al menos.