Puebla ante el COVID 19

 

La pandemia está golpeando brutalmente a todo el país y Puebla, lamentablemente, no es la excepción. Y es que las cifras oficiales que han establecido que la actual tercera ola de contagios de COVID-19 es la más agresiva, desde que en febrero del año pasado se detectó el primer caso en el país, tienen fiel reflejo en la vida cotidiana de los poblanos, pues 4 de cada 10 tienen algún conocido que en las últimas dos semanas se ha infectado de SARS-CoV-2.

De ahí que, en la misma proporción, 41 por ciento de los habitantes de Puebla capital consideren que la actual es la oleada más intensa, de acuerdo con la firma Indicadores.

El estudio llamado “Percepción de 3era ola de contagios COVID-19”, de la firma de Elías Aguilar, señala que, desde la vida cotidiana, se ve más cercana y más riesgosa la posibilidad de contagiarse.

Está más latente, porque en el entorno inmediato hay muchos casos.

Los datos son duros, pues seis de cada 10 (55 por ciento) están preocupados por el momento grave de la pandemia y sólo a 45 por ciento le preocupa relativamente menos.

De los encuestados, 40 por ciento sabe de algún conocido, que ha adquirido el virus. De amigos cercanos, 29 por ciento. Algún compañero de trabajo, en 28 por ciento de los casos. De algún familiar cercano, 22 por ciento. Y de algún vecino, 16 por ciento.

Las cifras de la Secretaría de Salud federal de las semanas pasadas, la última en la que, por cierto, en el Semáforo Epidemiológico Nacional Puebla ya quedó también en Rojo, están en sincronía con la percepción de los poblanos.

Recordemos que se rompió el récord en el país el pasado 19 de agosto, con 28 mil 953 contagios y 940 decesos. Ese mismo día, Puebla alcanzó su máximo histórico de casos para un reporte: 863. En la segunda ola, la cresta estatal llegó con 704 casos en un día. Se superó, lamentablemente, por mucho.

Es así como ell análisis de la firma Indicadores muestra también el déficit que enfrenta el estado en la recepción de vacunas. Algo que ha sido denunciado por la administración estatal y que llevó precisamente a una reunión de alto nivel, para urgir a la entrega de biológicos por parte del gobierno federal.

Lamentablemente, las cosas no han mejorado, pues Puebla sigue en el último lugar nacional de cobertura, con apenas 38 por ciento; esto, cuando la media nacional es de 63 por ciento.

De acuerdo con el estudio que tuvo un levantamiento vía telefónica, 5 de cada 10 habitantes de Puebla no han recibido alguna dosis contra el COVID.

Los porcentajes nos indican con49 puntos quienes no han sido inoculados ni siquiera con la primera dosis. Mientras que 51 por ciento de los entrevistados ya ha tenido al menos una. De este universo, en 41 por ciento de los casos no le ha tocado todavía a los entrevistados.

Sin embargo, como un dato relevante, está que a 27 por ciento “se le pasó” su fecha respectiva. Está el caso, no tan menor, pues representa 25 por ciento (casi 3 de cada 10), están quienes no confía en las vacunas.

Además, por increíble que parezca, de un sector de siete por ciento que simplemente considera que no es real la pandemia.

La preocupación del momento grave de la pandemia está presente en 55 por ciento de los consultados, quienes tienen como origen de ésta el hartazgo de las medidas de prevención, en 25 por ciento de los casos. En 20 por ciento es por la crisis y la falta de empleo. Mientras que en 19 por ciento la letalidad es la mayor inquietud.

En quienes no están preocupados: 35 por ciento ya está vacunado.

Ya tuvo COVID 32 por ciento y 15 por ciento considera que toma las medidas sanitarias adecuadas.

Los datos, junto con las opiniones de los poblanos y poblanas de la capital, nos muestran que la realidad es que, con semáforos rojos nacional y estatal, enfrentamos la más grave ola.

Los contagios se multiplicaron geométricamente en las últimas dos semanas. Se han tomado las medidas pertinentes. Las autoridades han actuado.

Las vacunas también están por llegar en mayor cantidad, luego de la gestión directa de Miguel Barbosa. Sin embargo, la responsabilidad individual sigue siendo primordial. Está en cada uno de nosotros la prevención.