Nepotismo sabor Morena

Víctor de Regil

José López Portillo, nombró a su hijo, José Ramón López-Portillo Romano, subsecretario de Estado, a quien llamó “el orgullo de mi nepotismo”, en este país no se había dado un influyentismo e imposición tan descarada de familiares, como en la que incurrió el presidente del CEN de Morena, Mario Delgado Carrillo, en el pasado proceso electoral.

Ni los políticos priístas más dinosáurio se atrevieron al grado de nepotismo con que se sirvió el colimense morenista.

Incluso, antes quienes han impulsado a hijos, hijas, esposas a candidaturas, han tenido la “decencia” de dejar pasar al menos un periodo de sus encargos partidistas o de representación, para imponerlos. Mario no, lo hizo desde su mismísima posición de presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena.

Los dos horrorosos ejemplos de su nepotismo son:

Su primo, Miguel Carrillo Cubillas, quien fue el candidato y hoy diputado federal electo de Morena, PT y PVEM por el Distrito 13 de Puebla, con cabecera en Atlixco.

También su propio hermano: Felipe Miguel Delgado Carillo, ahora diputado federal plurinominal suplente, quien llegó en la tercera posición de la Quinta Circunscripción, por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

¿Cómo se atrevió Mario Delgado a tanto? Algo que ni en el viejo régimen concebía.

Por supuesto, para ello, Mario presuntamente violó los estatutos de Morena, sus principios. La esencia y el espíritu del llamado “cambio verdadero”. Corrompió al lopezobradorismo entero. Desde el pasado 12 de junio se presentó una denuncia al respecto.

Está en la congeladora de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia.

El planteamiento es simple: Delgado, como presidente del CEN, formó parte de la Comisión Nacional de Elecciones. Los integrantes de ésta tienen prohibido impulsar las candidaturas de sus familiares. Pero él lo hizo, descaradamente, al puro estilo lopezportillista, que se supone detesta el lopezobradorismo.

Por esto, debería haber un proceso.

Si es que la CNHJ, que preside Eloísa Vivanco, mamá de Claudia Rivera, no le da carpetazo o simula.

Mario Delgado Carrillo, ahora, además de la exigencia de renuncia, que han hecho militantes por todo el país, por los malos resultados que entregó el 6 de junio, está en riesgo de perder sus derechos partidistas. La sanción por su nepotismo puede ser ésa. También podrían simular con una amonestación o una multa.

Sin embargo, los casos de Miguel Carrillo Cubillas y Felipe Miguel Delgado Carillo son escandalosos.

La denuncia que fue presentada por la morenista Sabina Martínez Osorio debiera tener el castigo máximo.

Pero ya sabemos que en Morena lo que debiera ser, se simula.

Pero no es el único, pues para nadie es un secreto que quien colocó a Daniela en el primer lugar de la lista plurinominal al Congreso, fue su papá Ignacio Mier Velazco, como también sucedió con el junior, Nachito Mier, en Tecamachalco.

Al parecer el problema del nepotismo nunca acabará y lo grave es que el partido que lo cuestionaba, es el primero que lo ejercita de la manera más cínica posible. Hoy, la 4T calla frente a lo que hacen los dos alegres compadres Mario Delgado y Nachito Mier, uno colocando al primo y el otro a sus hijos como diputados e incluso como presidente municipal.

Ante la imposición de Daniela Mier, surge la sospecha del por qué se hicieron a un lado a otras integrantes de Morena que han estado desde el inicio en la lucha del partido, para otorgarle ese lugar de privilegio hasta en dos ocasiones a la hija. No debemos olvidar que pese al mandato del TEPJF, Morena burló la ley y repitió la misma lista que en un inicio les desecharon.

Es claro que en la 4T van contra todo lo que predica AMLO. Y hoy por hoy existe una familia en Puebla con dos plurinominales repartidas en la Cámara de Diputados y en el Congreso del Estado, además de una presidencia municipal.