Las mafias partidistas ya se afilan las uñas

 

Xavier Gutiérrrez

Los partidos políticos en México simulan competir, aunque realmente van por las prerrogativas

Las mafias que regentean los partidos, concretamente el nido de sabandijas que es el PRD, ven la rogación y no se hincan.

Ya están en la radio sus spots manidos y chocantes. Exactamente contra esa propaganda estúpida y vacua está la propuesta de la Reforma Política.

Quitarles a los partidos de una vez por todas la cornucopia de recursos de los bolsillos de los mexicanos para eliminar de cuajo su condición de rémoras de la democracia.

No estamos en tiempo de elecciones en el país. Las habrá en seis estados. A esos territorios que se sujete la promoción en los medios. Nada más. En la ley vigente, gozan de bolsas millonarias todo el tiempo, haya o no procesos electorales.

Ahí esta ese otro caso que se ventila, con olores nauseabundos, de un tal Gerardo Islas, cuya fama de suyo ya hiede a alcantarilla de establo. No rinde cuentas de más de 30 millones de pasados comicios y se escabulle de la acción de la justicia.

Otro ejemplo asqueroso circula en las redes: una grabación del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, donde instruye a sus operadores de Campeche a fin de extorsionar a proveedores del gobierno para cubrir cuotas millonarias con artículos promocionales para la campaña del tricolor.

A ese abuso cínico hay que agregar el lenguaje vulgar y procaz que utiliza para gritar sus instrucciones. Cualquiera, al escuchar su verborrea, lo imagina dando cátedra a los estibadores de La Merced; o chorreando por la comisura de los labios estiércol de provechosa digestión en el personaje.

Corrupción pura, con testimonio grabado a los cuatro vientos. Y pensar que ese santo varón se viste con traje de catedrático de ética frente a las huestes de Morena.

Que su caso no es único en la cúspide del tricolor. Ahí al lado está el exgobernador Moreira de Coahuila, quien junto con su hermano motivaron la nueva versión del viejo dicho del cacique potosino Gonzalo N. Santos, aquel que expresara que para él “la moral es un árbol que da moras”, la versión renovada: “la moral es un árbol que da Moreiras…”

Y en Puebla, el coro circense de trepadores (dije trepadores, pero si alguien entiende trapeadores, está correcto) de un partido a otro, de una elección a otra, hace también su aporte generoso a la función depredadora de la política y los presupuestos.

No satisfechos con tomar por asalto al Comité Estatal del PRI, la pandilla de siempre ya se frota las manos para dar el siguiente golpe en su presupuestívora e inagotable carrera.

Mientras un grupo de sus secuaces se exhibe en el Congreso estatal como zalea raída (y también roída, por ellos mismos) al servicio del gobernador -no gratis, desde luego, ahí las genuflexiones son millonarias. La otra parte de la cáfila levanta las manos y se acomoda soñando en la próxima elección de presidentes municipales, diputados y la misma gubernatura.

Y están, formados, ahítos todos del banquete interminable trienio tras sexenio, Blanca Alcalá, Néstor Camarillo, Lázaro Jiménez, José Chedraui…. puras finísimas personas.

Es la generación que viene a dar clases de moral pública a los poblanos…

¡A otro perro con ese hueso!

Esta cúpula de pelafustanes simulan encaramarse a los puestos con fines de representación, cuando en realidad van por las prerrogativas; esas grandes fortunas que del presupuesto se asigna a los partidos en cada elección para su libre administración.

El modus operandi es bien conocido y repetido hasta el asco: simulan competir, reciben cuantiosas sumas, inflan presupuestos y fabrican facturas, suman a legiones de cómplices en cada fase del proceso electoral, y hacen su guardadito millonario.

Ganar o perder los tiene sin cuidado, ellos van tras los recursos.

Exactamente esto es también lo que se buscaría suprimir con la reforma al sistema electoral y sus operadores.

Como es evidente, hay una simetría de nuestros “demócratas” de guarache con las “nobles e inobjetables aspiraciones democráticas de los Estados Unidos…” ¡Cuál democracia, ellos van tras sus intereses, contratos y comisiones, cochupos y tráfico inagotables!!

Véalos usted mismo…

Por sus uñas los conoceréis.

xgt49@yahoo.com.mx