Cuando vuelven ‘víctima’ al violador

  • La Fiscalía del Estado de México se desistió de la acción legal en contra de Roxana Ruiz, una joven que se defendió y mató a su agresor, luego de haber dictado una sentencia de seis años dos meses
  • La Dra. Elvia González del Pliego, Coordinadora del Programa de Género de la IBERO, considera que, ante las reacciones violentas que se advierten en RRSS, la vida de la joven corre peligro y es necesario que el Estado le brinde protección

 Yazmín Mendoza

 En 2021, la joven oaxaqueña Roxana Ruiz se defendió y mató al hombre que la estaba violando, Sinaí “N”. Este mes de mayo, luego de nueve meses en prisión preventiva, fue sentenciada en Nezahualcóyotl a seis años dos meses de cárcel por “exceso de legítima defensa”. Ha contado con el apoyo de grupos feministas y su caso se volvió mediático; incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció indultarla, pero ella siempre se mantuvo firme en que no era justo ser “castigada por defender su vida”. Ayer, Roxana fue absuelta, pues la Fiscalía del Estado de México se desistió de la acción legal en su contra y la contraparte tiene tres días para apelar.

Hay una parte social que entiende muy bien que su caso fue llevado por las autoridades de manera negligente y con falta de preparación en perspectiva de género, nos dice en entrevista la Dra. Elvia González del Pliego Dorantes, Coordinadora del Programa de Género e Inclusión de la Universidad Iberoamericana. “Pero hay otra parte social que es la que nos preocupa mucho, que es toda la que refleja muchísima ignorancia en el tema de género, que está impregnada de un machismo y una misoginia a tope”, lamenta. En redes sociales, hay grupos de personas cuyas reacciones violentas sencillamente dan miedo, señala.

Lo que deja ver el cómo mucha gente del público ha tratado el tema es “que todavía no entiende que no entiende, que todavía condena y dice que la víctima es el violador porque el muerto es él”, sin tomar en cuenta que la víctima primaria fue Roxana, y que si él no hubiera cometido una violación, seguiría vivo, señala la Dra. González del Pliego, quien de hecho considera que la vida de la joven corre peligro y es necesario que el Estado le brinde algún tipo de protección, como sacarla del país, dado que su imagen es ya muy conocida.

¿Qué opción nos deja la sociedad y qué nos dejan las personas que se encargan de juzgar?, cuestiona la especialista, “¿que siempre él tenga la razón? ¿Que siempre él sea la persona a la que hay que defender o cuyos derechos hay que atender primero?” Nos culpan hagamos o no hagamos, dice. “Si nos matan, porque nos mataron y quién sabe qué estábamos haciendo; y si nos defendimos, ¿por qué nos defendimos?, ¿por qué usamos tanta violencia como para matarlo?” La sociedad tendría que tener claro que hay que hacer un cambio social, señala contundente.

En un contexto de violencia y feminicidios como en el que estamos en México, explica la doctora (12 feminicidios al día), “lo que te esperas no es nada más la violación, te esperas la violación y el asesinato posterior”, lo cual es altísimamente probable, porque ya lo viste y lo puedes reconocer posteriormente. Roxana ha argumentado que, de no haberse defendido, sería parte de las cifras de feminicidios.

En un caso de violación, o donde tú sientes que tu vida está en peligro, dice la Dra. Elvia, “no te pueden decir que midas la violencia con la que vas a responder”. La jueza del Tribunal de Enjuiciamiento del Distrito Judicial de Netzahualcóyotl, Mónica Osorio Palomino, dijo al emitir la sentencia del 15 de mayo que “con un golpe en la cabeza” hubiera bastado. Pedirle a alguien que si la están violando actúe en una defensa medida para que no vaya a matar al agresor, es completamente absurdo, asegura la Coordinadora del Programa de Género e Inclusión de nuestra IBERO.

En este caso en particular, la Dra. Elvia comenta que Roxana Ruiz merece estar en paz y en un lugar seguro. Y en un siguiente nivel, nos dice que “hay esperanza en la medida que hombres y mujeres y toda la sociedad trabajemos por desnormalizar, dejar de justificar la violencia contra las mujeres, el machismo y la idea de que nuestros cuerpos son propiedad de alguien más que no somos nosotras, y que tienen el poder de decidir cuándo los toman y cuándo los dejan, y dejar de culparnos cuando somos agredidas”.

Finalmente, la especialista destacó también su preocupación por las maneras despectivas y violentas con que muchas personas se refieren a los grupos feministas; en particular, el término feminazis. Que yo sepa, explica, “hasta ahorita el movimiento feminista y los diversos feminismos no han creado ni cámaras de gas, ni han hecho asesinatos masivos de niños, mujeres u hombres, ni tienen ningún campo de concentración”. Lo único que hacen, agrega, es defender los derechos, lo más que han hecho fue pintar monumentos.

Lo único que muestra el uso de esta palabra, concluye, es “la completa y total ignorancia de quien lo utiliza sobre las luchas del movimiento feminista, y lo que hacen es reforzar el machismo y seguirnos culpando de las violencias y de las desigualdades”.