Victor de Regil
Uno de los poblanos más cercanos a la maestra Elba Esther Gordillo, ya se encuentra tras las rejas. Su detención fue contundente, pues tan fulminante como su cese como titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte estatal fue la aprehensión del ex priísta, el aliancista, ex elbista y ex morenovallista José Guillermo N. Es el primer ex secretario del actual gobierno que cae por corrupción.
Con esto, el Gobernador Miguel Barbosa, demuestra que no tolerará la corrupción no solo la que se hizo en los gobiernos anteriores, sino en su misma administración, como es este caso de Arechiga.
El ahora ex funcionario fue arrestado por agentes ministeriales el pasado 28 de febrero en el municipio de Atlixco, a las 22:10 horas, en la carretera a Izúcar de Matamoros. Aparentemente en una gasolinería.
Su detención, por una denuncia que presentó el gobierno del estado, ocurrió casi un año después de su despido, el cual fue el pasado 11 de marzo de 2021, por lo que entonces se sospechaba como venta ilegal de concesiones de transporte, motivo por el cual fue despedido en aquellas fechas.
Ahora está confirmado y el proceso judicial en marcha en la Fiscalía General del Estado (FGE).
También, según comienza a aparecer en la superficie de los datos, estaría otro presunto delito: la simulación de pagos a proveedores. Específicamente, del Programa de Apoyo con Taxis para Personal Médico.
La cifra del beneficio personal mal habido, según ha trascendido, sería enorme: 16.58 millones de pesos. Tan sólo por el tema de los taxis.
Pero en el caso de Arechiga estas acusaciones no son novedad, siempre alrededor de él ha estado la sospecha de corrupción en los distintos cargos que ha tenido. Además de que está relacionado con capítulos de deslealtad y corrupción, desde décadas atrás.
Recordemos que fue líder magisterial. Se cobijó, y todavía lo presumía, en el manto de poder e impunidad que le proporcionaba su militancia en el grupo de consentidos de la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo. Incluso asistió a la boda de Gordillo hace unos cuantos días.
La verdad es que ella desde 2018 lo dejó a su suerte, porque desaprobó su suma a Morena. Como priísta fue diputado local y federal. Volvió a ser legislador en el morenovallismo, como militante del Partido Nueva Alianza (Panal). Luego se afilió al lopezobradorismo y, por esos yerros graves que se cometieron, lo hicieron diputado federal. Dejó su curul para regresar como funcionario. Supusieron de buena fe muchas personas que era de confianza.
Su aprehensión puede llevar a conocer muchos datos. Incluso muchos otros presuntos delitos. Más de los que se saben. Más de los que a José Guillermo N. le conviene que se sepan.
Su defenestración, en las condiciones más deshonrosas de la vida pública, con policías acompañándolo a la puerta, tuvo los agravantes completos: deslealtad, deshonestidad, corrupción y traición.
En su estela de negativos, por supuesto, quedó su comprobada incapacidad para conseguir la modernización del transporte público. Un compromiso que se hizo con suficiente antelación. Uno que no pudo ni quiso concretar José Guillermo N.
Recordemos que en su paso como Secretario de Transporte, se le acusó de temas irregulares, como la compra de cámaras para las unidades del transporte, permisos, nuevas concesiones, el solapamiento de unidades piratas. En ese entonces, el gobernador esperó que el entonces secretario tuviera una de dos reacciones: corregir o renunciar. No hizo ninguna de las dos. Desperdició una oportunidad de oro que, con su actitud, demostró que nunca mereció.
Incluso, se saber que en noviembre de 2020, a escondidas, Aréchiga empezó a trabajar reformas a la Ley del Transporte, pero sin avisar al gobernador. Como vemos, todo lo hizo mal, hasta que el Gobernador no aguantó más.
Está pendiente también conocer qué tanto se involucró en temas de deshonestidad con el ex titular de Gobernación y hoy comisionado de Migración, David Méndez Márquez. Lo ha dicho el gobernador: la corrupción no se tolerará.