Barbosa y Lozoya ¿involucrados?

EDITORIAL

En el marco del llamado “Pacto por México”, cuando en el Congreso de la Unión, especialmente en el Senado de la República, comenzó a cocinarse la aprobación de la Reforma Energética, el entonces senador Miguel Barbosa Huerta daba la batalla más importante de su existencia, por conservar la vida, debido a la diabetes que le afectó.

En ese entonces, era coordinador de los 22 senadores del PRD y estaba apenas por salir del coma diabético, que casi lo mata, cuando comenzaron los supuestos sobornos por 80 millones de pesos a legisladores de oposición e incluso del partido gobernante, el PRI, para “planchar” el paquete de iniciativas del gobierno de Peña Nieto.

En recientes días, con la difusión de un video que implicó al hoy gobernador de Puebla, con base en un “documento” filtrado, la entrega de ese dinero se inició el 11 de diciembre de 2013, cuando los recursos comenzaron a “fluir”.

En esos días, Barbosa apenas regresaba a la conciencia, desde las puertas de la muerte, con la felicidad de seguir en este mundo, pero con el shock y la pésima noticia de que le habían amputado un pie y parte de la pierna derecha.

En esos mismos días, de acuerdo con el noticiario que informó sobre los sobornos, fluía el dinero que entregó el entonces director de Pemex, Emilio Lozoya Austin.

Según esa información, que no ha sido ratificada por las autoridades, los recursos oscuros se dieron en siete entregas: 11 de diciembre de 2013, 9 de enero, 14 de febrero, 7 de marzo y 2 de abril, todos estos cuatro días del año 2014.

Miguel Barbosa, regresó a su escaño el 4 de febrero de 2014, en muletas. Regresó para comandar la bancada del PRD que, en las distintas votaciones, entre diciembre de 2013 y agosto de 2014, votó consistentemente en contra de todos los dictámenes de la Reforma Energética, que fueron y vinieron de cámara a cámara.

Era un gran paquete de modificaciones constitucionales y a leyes secundarias. Los perredistas, entonces, siempre fueron en contra.

Barbosa, en silla de ruedas, acompañó incluso una marcha contra esa reforma, al lado de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, en la Ciudad de México, el 31 de enero de 2014, apenas con una incipiente recuperación.

Al cabo de un debate en el que senadores del PRD y del PT reiteraron su oposición a la reforma y senadores del PRI, PAN y PVEM refrendaron su respaldo a la misma, el pleno aprobó en lo general, con 90 votos a favor y 27 votos en contra, el dictamen con el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Federal de Presupuesto y de Responsabilidad Hacendaria y de la Ley General de Deuda Pública, esto el 6 agosto de 2014.

Miguel Barbosa y su bancada votaron siempre en contra; a su hermano nunca lo cambiaron a las oficinas centrales de PEMEX como, supuestamente, Barbosa habría exigido y mucho menos hay prueba alguna ni evidencia de que haya solicitado o recibido los 100 mil dólares que se dicen en ese video.

Ante esto, la respuesta del gobernador ha sido loa siguiente: “Desconozco las motivaciones que están en el origen de llevar a que aparezca yo ahí; lo sabré. Me llegaré a enterar de dónde salen esas motivaciones y esa perversión. Yo estoy limpio, yo actúo con honestidad y con buena fe”.

El circo que realiza el gobierno federal con Lozoya ha tocado al gobernador de Puebla pero sin pruebas, sin sustento, todo parece una mentira.

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