Victor de Regil
Son 12 opciones las que tienen los poblanos para escoger. La decena de opciones políticas son que tendremos para el proceso electoral del 6 de junio son las siguientes: PAN, PRI, PRD, PVEM, PES, PT, Movimiento Ciudadano, MORENA, RSP, FXM, PSI y Compromiso por Puebla. De ese tamaño es la oferta electoral pero, lamentablemente, no son del mismo tamaño las propuestas que escucharemos las siguientes semanas.
Lamentablemente, la legislación mexicana no ha contribuido a que se dejen de formar más partidos nuevos aunque, ciertamente, las reglas ahora son más duras y es más difícil mantener su registro, principalmente para los partidos de nueva creación.
Y es que tras un par de décadas de acumular leyes y normas para la formación de partidos políticos los ha convertido en cascarones que dicen poco, si algo, cuya existencia y sobrevivencia se han vuelto material para los expertos en diseñar alianzas, acarreo o argumentos legales para sobrevivir con el único fin de seguir recibiendo el dinero que el Estado mexicano provee para sus actividades y con un poco de suerte ganar algo de influencia en algún municipio o región solo para perpetuar la fórmula.
Hoy en día, comenzando desde la presidencia de la república, todo político mexicano que se precie de serlo ha representado a más de una de esas siglas en su carrera, algunos llevan cuatro o cinco partidos, porque no, o porque sí, porque las siglas ya no quieren decir nada, solo son un vehículo para obtener un puesto, algo de poder y otro tanto de dinero. Basta una revisión de las listas aprobadas de candidatos para saber cómo se ha invertido la lógica de la representación política institucional. Piensas, dicen y defienden lo que les toque y les digan siempre y cuando estén en las listas.
El “chapulineo” de personas ha evolucionado y ahora se hace a nivel institucional. Todos los partidos pueden aliarse con el que sea, por qué no, si al fin y al cabo esas siglas no representan nada más que la ambición particular de quienes las formaron y alguna capacidad de movilización un día cada tres años.
Tan solo basta un simple recorrido por las plataformas de cada uno de los 12 partidos resulta en que todos dicen más o menos lo mismo, que no es decir nada. En esa ocasión, aunque eso no es nuevo, parta los que son mayoría solo los une estar en contra del partido mayoritario; como al mayoritario, como siempre, solo lo une cumplir con la voluntad de su líder cuando lleguen a los puestos por los que compiten. Nadie busque muchas ideas en esas plataformas, es triste pero esa es la realidad que vivimos.
Por supuesto el más antiguo y mejor ejemplo de la farsa cómica que son nuestros partidos políticos es el llamado Verde Ecologista, ni verde ni ecologista ni partido. Pero su habilidad para la grilla y hacer dinero, más el cinismo de partidos que algún día representaron algo convirtió a los “verdes” en el ejemplo a seguir y ahora tenemos muchos, varios verdes con otras siglas. Su receta de la política para hacer negocio ha triunfado.
Y sí, ellos son la opción en la boleta. Ni modo, pero con nuestro voto podemos decidir si queremos que las cosas se mantengan de la misma manera o, de una vez por todas, mandar un mensaje los ciudadanos sobre el tipo de democracia que queremos.
La buena noticia es que prácticamente todas las encuestan indican que, al menos en Puebla, la mayoría de estos partidos políticos perderán su registro, pues difícilmente alcanzarán el 3 por ciento que se les exige.
Solamente el PRI, PAN y Morena tienen asegurado mantener el registro luego de dicho proceso. El PT, PVEM, PRD y Movimiento Ciudadano tienen posibilidad de mantenerlo, pero mínima. De quienes sí podemos decir que es prácticamente un hecho que perderán su registro son Fuerza por México, Redes Sociales Progresistas, Partido Encuentro Social, así como PSI y Compromiso por Puebla, creados durante la era del morenovallismo.
Así que, de la docena de partidos, después del 6 de junio podrían solamente quedar 3 o, en el mejor de los escenarios solo 6.