La trayectoria y legado de Rosa de Castilla

-Una de las mejores cantantes de la música vernácula y pionera de la televisión musical

-Además fue una extraordinaria actriz, sobretodo en el séptimo arte

 

Por Mino D’Blanc

El mes de agosto comenzó en el ambiente artístico con la trascendencia a la eternidad del histrionismo y de la música de Rosa de Castilla.

Su nombre completo es María Victoria Ledesma Cuevas. Nació en el municipio de Encarnación de Díaz, Jalisco,  el año 1931. Sus padres fueron Salvador Ledesma Márquez y María de la Luz Cuevas Cuéllar. Tuvo siete hermanos, de los cuales sobrevivieron Luis, Javier y Ludivina. De pequeña vivió en Cañada Honda, Aguascalientes y después se trasladó con su familia a la capital de dicho estado. Fue en la ciudad de Aguascalientes en donde inició a los 14 años de edad su carrera y en la que se presentó en el centro nocturno Río Rosa.

Poco tiempo después viajó a la Ciudad de México a probar suerte. Hizo su debut radiofónico en la estación XEX cuyo slogan era “La Voz de México”.  El reconocido locutor Gonzalo Castellot en su libro “Mis memorias a casi un siglo de la radio en México” escribió: “de ahí nació Rosa de Castilla. La niña llegó acompañada por su madre para, desde el primer momento, sorprender al anunciador encargado de la prueba. Este invito a Sordo Noriega a escucharla: venga a escuchar a una muchacha que canta lo ranchero con dulzura, sin los desganes a los que Lucha Reyes acostumbró a las intérpretes de este género”.

Ya radicando en la Ciudad de México fue contratada para actuar por un mes en el “Waikikí”, un centro nocturno muy famoso. Fue tal su éxito que alargó su temporada por dos años más. Trabajando ahí, el productor Raúl de Anda “El Charro Negro” la invitó a participar como actriz en las películas “El lobo solitario”, “La justicia del lobo” y “Vuelve el lobo”, filmadas en el año 1951 con Dagoberto Rodríguez y Flor Silvestre en los papeles estelares.

Poco después, la casa productora Mier y Brooks la contrató en exclusiva por cinco años.

Su nombre artístico de Rosa de Castilla se lo puso debido a que en ese tiempo estaba en su momento cumbre como cantante  María Victoria, por lo que el delegado de la Asociación Nacional de Actores le sugirió que no usará su nombre verdadero, sino que escogiera un seudónimo artístico.

Dejó decenas de discos grabados para compañías como Columbia, Musart, RCA Víctor y Orfeón.  Sus primeros álbumes los grabó a principios de los años cincuenta. Inició en el sello Columbia en los que grabó algunos sencillos de 78 revoluciones por minutos con temas como “No volveré”, “El besito”, “Piedra con coyol”, “Adiós, canoa”, “Aborréceme si quieres” y “¿Y qué será?”,  que fueron sus primeros éxitos.  Okeh, sello subsidiario de Columbia, incluyó el tema “Adiós, canoa” en el álbum recopilatorio “Doce estrellas de la canción”. Sin embargo, su estancia en dicha disquera no duró mucho, ya que firmó un contrato de exclusividad con Discos Musart, compañía en la que realizó su primera producción de larga duración en el año 1952.

En poco tiempo también logró reconocimiento como actriz. Por su actuación en la película “Tal para cual” en el año 1953 le valió la nominación en la categoría de “Mejor Actriz de Reparto” en 1954 en el codiciado Premio Ariel. En dicha cinta fue dirigida por Rogelio A. González y actuó con Jorge Negrete y Luis Aguilar de quien en la trama fue su dama joven.

Con Jorge Negrete trabajó nuevamente en “Los tres alegres compadres”, en donde tuvo una actuación especial compartiendo créditos con Pedro Armendáriz, Andrés Soler y Rebeca Iturbide.

En 1953 también actuó en la película “El mariachi desconocido”, divertida comedia en donde hizo el papel de la dama joven de Germán Valdés “Tin Tan”.  En 1954 trabajó en las cintas “Zandunga para tres” y “Contigo a la distancia” y en 1956 hizo lo mismo en “Tierra de hombres”.

Ese año el sello estadounidense Capital Records editó un disco especial titulado “The Sounds of Old México” (“Los sonidos del México viejo”), en el que compiló los éxitos del momento de los artistas exclusivos más importantes de Discos Musart. En el mismo incluyó “Maldito abismo”, “Ayes de amor en el río” y “Paloma patitas blancas”, éxitos de la cantante y actriz, de la cual, en la contraportada del disco trae la leyenda: “Rosa de Castilla no sólo es una belleza extraordinaria, es una de las más finas cantantes y actrices de México, con siete películas en su haber. Jalisco es indudablemente el estado mexicano que ha contribuido, más que cualquier otro, al tesoro de la música popular de la república. También se le atribuirá a Jalisco el haber producido a Rosa, quien fue la primera mujer en presentarse en la televisión mexicana”.

En 1967 firmó un contrato de exclusividad con RCA Víctor en la que grabó discos sencillos de doble duración y de larga duración acompañada por el Mariachi Vargas de Tecalitlán. El primer disco con dicho sello fue “Los ojos que cantan” en 1967, titulo puesto por los bellos ojos de Rosa de Castilla. Le siguieron álbumes como “Amor a medias” y “Con el alma rota”, mismos que llegaron a venderse hasta Australia y la colocaron en los primeros sitios de popularidad, consagrándola una vez más como excelente vendedora de discos.

Ese mismo año junto con Miguel Aceves Mejía, quien también era artista exclusivo de RCA Víctor, protagonizó “Septiembre con Comercial Mexicana”, el primer programa musical de importancia del Canal 5 de la televisión mexicana.

En teatro entre las obras que participó destacan “El hombre de la Mancha” de Wasserman en el año 1969. Condicha obra ganó el premio a “Mejor Actriz de Teatro”; “Fulano y zutano” de Alfonso Amaya B en 1970, “No, no, Nontelle” de Medel  y Harbach en 1972 y “Kismet” de Deavis y Lederer en 1973.

En el séptimo arte no había podido despuntar en papeles de relevancia, por lo que decidió crear un espectáculo sin precedentes en la república mexicana, en el que aparecía totalmente desnuda cantando música mexicana, acompañada del Mariachi Vargas de Tecalitlán y en el que aparecían seis bailarinas en topless del famoso “Lido de París”. El espectáculo desató un escándalo en el que se vio involucrada la señora María Esther Zuno, quien era la esposa del presidente Luis Echeverría Álvarez. El Tenampa que se encontraba en Plaza Garibaldi fue clausurado con el argumento “si van a hacer el sexo, háganlo pero sin la vestimenta mexicana”.

Después del escándalo, la artista se alejó del cine y le llegaron una serie de altibajos a su vida, mientras seguía con sus presentaciones como cantante. Retornó al séptimo arte a mediados de los años noventa. La última película en la que participó fue en “La paloma de Marsella” en 1999 de Carlos García Agraz y con la que Rosa de Castillo ganó el Premio Bravo en la categoría a “Mejor Actriz de Cine”.

En 2015 participó en el videoclip “Vámonos” del cantante Zarco Gómez, filmado en la Casa Fortaleza de Emilio “El Indio” Fernández en Coyoacán, en la Ciudad de México.

Como servidora pública fue miembro del Comité de Honor y Justicia de la ANDA.

-Filmografía completa de Rosa de Castilla:

1952: “Los tres alegres compadres”, “El lobo solitario”, “La justicia del lobo” y “Vuelve el lobo solitario” y “Rumba caliente”; en 1953: “Tal para cual” y “El mariachi desconocido”; en 1954 “Sandunga para tres” y “Contigo a la distancia”; en 1955 “Las nenas del 7”; en 1956 “Tierra de hombres”; en 1957 “Aquí están los Aguilares” y “La virtud desnuda”; en 1958 “Desnúdate Lucrecia”, “Tres desgraciados con suerte” y “El jinete solitario en el valle de los buitres”; en 1959: “Yo… el aventurero”, “Tan bueno el giro como el colorado”, “Cada quién su música”, “Dos milagros y un cielo” y “Milagros de San Martin de Porres”; en 1960 “Dos gallos en palenque”, “Me importa poco”, “Bala de Plata en el pueblo maldito”, “Orlak, el infierno de Frankenstein” y “El correo del norte”; en 1961 “La máscara de la muerte”, “¡Mis aguelitas… no más!”, “La comezón del amor”, “¡Ay Chabela…!” y “La justicia de los Villalobos”; en 1962 “Pueblo de odios”, “El regreso de los Villalobos”, “Los forajidos”, “Horizontes de sangre” y “Ahí vienen los Argumedo”; en 1963 “Vuelven los Argumedo”, en 1964 “Héroe a la fuerza”; en 1965 “Diablos en el cielo”, “Aquella Rosita Alvírez”, “El tigre de Guanajuato: leyenda de venganza” y “Pistoleros del oeste”; en 1966 “El jinete justiciero en retando a la muerte”; en 1968 “Los amores de Juan Charrasqueado” y “Cuatro hombres marcados”; en 1970 “El asesino enmascarado”; en 1972 “Campeones del ring”;  en 1995 “Las nenas de quinto patio”; en 1999 “Reclusorio III” y “La paloma de Marsella”.

Además participó en el soundtrack de 20 películas que fueron: en 1952 “Los tres alegres compadres” (con “Juan Peregrino” y “Cartas a Eufemia”), “El lobo solitario” (con Alegría Ranchera” y “Arroyito Catarino”), “La justicia del lobo” con “Pichirilo” y “Rumba caliente” (con “Amorcito de mi vida” y “Nube gris”); en 1953 “Tal para cual” (con “Ojitos negros”) y “El mariachi desconocido” con “El jinete” y “Que me toquen las golondrinas”); en 1954 “Sandunga para tres” con “Me llaman Sandunga” y “La Sandunga”); en 1955 “Las nenas del 7” (con “Huizache”, “Mi querido capitán”, “El solterito” y “El sinaloense”); en 1956 “Tierra de hombres” (con “La Zenaida”); en 1957 “¡Aquí están los Aguilares!” con “Ayes de amor en el río” y “El herradero”); en 1958 “Tres desgraciados con suerte” con “Que no habrá modo”) y “El jinete solitario en el valle de los buitres” con “La jaranera”); en 1959 “Yo… el aventurero” (con “Yo no me caso” y la canción venezolana tradicional “Por quién suspiras”), “Tan bueno el giro como el colorado” (con “Amor secreto”, “Alegrías del jaripeo” y “Los camperos”), “Dos gallos en el palenque” (con “Pajarillo mensajero), “Me importa poco” con “La joven mancornadora”) y “Orlak, el infierno de Frankestein” con “La tentación” y “Acuérdate, acuérdate”); en 1961 “¡Mis abuelitas… no más!” (con “Canto a la vida”, “Roque de mi vida” y “El aguijón”) y en 1968 “Cuatro hombres marcados” (con “La ley del monte” y “Gocemos nuestra vida”).

En telenovelas participó en “Los hijos de nadie” en 1997.

También participó como invitada en 1959 en “El estudio de Pedro Vargas” y en el documental “Los caprichos de la agonía” en 1973.