México tiene un sistema de salud fragmentado que urge atender: experto

·       El Departamento de Economía de la IBERO organizó el webinar ‘Estrategias de política en salud ante la pandemia y su impacto económico’

 


La manera en la que México respondió a la pandemia del COVID-19 tiene que ver con el sistema de salud del país; por lo cual, esta emergencia sanitaria debe servir para alentar una discusión sobre lo que pasará con el futuro de este sector, señaló el Dr. César Velázquez, académico del Departamento de Economía de la IBERO.

 

Al participar en el webinar Estrategias de política en salud ante la pandemia y su impacto económico, el investigador dijo que el Programa Sectorial de Salud que se publicó en agosto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) carece de elementos necesarios para saber por dónde van a ir las cosas en el país en materia de salud.

 

Al tener un sistema de salud fragmentado, añadió el experto, se debe discutir más allá de la pandemia el futuro sobre la forma en la que se atenderá a la población mexicana.

 

Por su parte, Luis Adrián Ortiz Blas, economista de la salud, describió el contexto: se remontó hasta el 28 de febrero de este año cuando se tuvo el primer caso de COVID-19 en México y sobre la situación del sistema de salud en ese momento, en el que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró cambios en su estructura con los delegados.

 

Además, en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) mandos superiores y medios dejaron de tener seguro de gastos médicos mayores, lo cual aumentó la demanda del sector; mientras que el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) no tenía un reglamento ni un estatuto claro.

 

“Como sector, no había un programa sectorial de salud en ese momento”, dijo Ortiz Blas, quien participó en este evento virtual organizado por el Departamento de Economía de la IBERO.

 

Sin embargo, agregó, a pesar de que los modelos de predicción y el relacionado al uso de mascarillas no fueron los mejores, la parte de la conversión hospitalaria para contar con camas de cuidados intensivos, oxígeno, electricidad y hacer los cambios en grandes hospitales e institutos, el manejo fue rápido y oportuno; así como los esfuerzos para contar con recetas resurtibles en el IMSS y realizar trámites de incapacidad de forma virtual.

 

Ortiz añadió que el gasto que ha hecho México en salud ha sido insuficiente y hasta que no se tenga la claridad sobre cómo serán las reglas del INSABI, no se puede determinar si será sostenible ni cómo se generará el financiamiento.

 

En ese sentido, mencionó la importancia que tiene la medicina preventiva, porque si no se realiza todo un plan para prevenir enfermedades crónico-degenerativas ningún recurso alcanzará para atenderlas. Por cual, dijo, el reto de armar un nuevo esquema de arquitectura financiera como el que tenía del Seguro Popular es mucho mayor.

 

A su vez, la Dra. Gabriela Luna, también académica del Departamento de Economía de la IBERO y quien organizó este evento virtual, explicó que lo más grave que ha ocurrido durante la pandemia fue la desaparición del Seguro Popular, porque las personas que no cuentan con algún tipo de servicio de salud viven en la total desprotección.

 

Añadió que junto con la pandemia y la falta del Seguro Popular vino la incertidumbre por el INSABI, ya que no sabemos cómo será la distribución de medicamentos ni el esquema de priorización en la atención de enfermedades.

 

“Frente a la situación de reconversión hospitalaria, es complejo entender por qué no es posible la atención en otros hospitales y por qué seguimos viviendo en una especie de monopolios en donde, a partir de donde cotizamos, es en donde nos pueden atender”, dijo.

 

Asimismo, la académica habló de la importancia de contar con un sistema que tenga capacidad de respuesta para atender las diversas demandas ordinarias por servicios de salud, así como tener la certidumbre de poder, en paralelo, responder a demandas emergentes o coyunturales.