Gana alumna de la prepa Emiliano Zapata tercer lugar nacional en la Olimpiada Femenil de Matemáticas

 

  • Mariana Rosas Gutiérrez reconoce en la experiencia e historia de otras mujeres científicas un impulso para ella y para otras jóvenes que buscan un lugar destacado dentro del área de las ciencias exactas

Para incentivar la participación de más alumnas y buscar la equidad de género, la Sociedad Matemática Mexicana celebró el Primer Concurso Femenil Nacional de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas, en el cual Mariana Rosas Gutiérrez, alumna de la Preparatoria Emiliano Zapata de la BUAP, obtuvo el tercer lugar nacional en esta competencia que reunió a cientos de estudiantes de distintas instituciones, públicas y privadas, del país.

Para lograr esta destacada participación contó con el respaldo y orientación del profesor Felipe Olvera, de la Preparatoria Emiliano Zapata, aunque su entrenamiento técnico, desde la etapa regional, estuvo a cargo del doctor Juan José Parres Córdova, académico de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la BUAP.

Mariana Rosas logró el tercer lugar nacional en ese certamen luego de librar diferentes etapas:  escolar, regional, estatal y nacional, esta última celebrada de forma virtual del 31 de enero al 4 de febrero del presente. En todas estas las competidoras fueron ubicadas en dos niveles (1, 2), dependiendo de su rango de edad, el cual no debió superar los 18 años al 1 de agosto de 2021.

Los problemas y exámenes que resolvieron las participantes englobaron las áreas de teoría de números, álgebra, combinatoria y geometría, lo cual exigió no sólo de conocimientos, sino también de creatividad, intuición y dedicación para obtener resultados satisfactorios y avanzar en las competencias.

Mariana Rosas reconoce que el área que más se le facilita es la teoría de números, porque asegura que es algo que practica todos los días; sin embargo, es en la geometría donde tiene que trabajar aún más.

La olimpiada femenil implicó también la colaboración, ya que los exámenes y pruebas se realizaron tanto por equipos como de forma individual, en esta última modalidad se aplicaron dos exámenes de tres problemas, cada uno para que las alumnas los resolvieran en un tiempo aproximado de 4.5 horas.

Si bien ha participado en concursos y competencias de esta índole desde que cursaba la secundaria, fue en la preparatoria cuando inició su participación en las olimpiadas de Matemáticas. En primer año ganó el tercer lugar en la fase estatal y eso la impulsó a participar en los siguientes años, hasta lograr un reconocimiento en el nivel dos de la etapa nacional, donde ganó el tercer lugar tras enfrentar a cientos de competidoras.

La estudiante de la prepa Zapata reconoció que su gusto por esta ciencia es en parte resultado de la influencia de su hermana, quien cursa una ingeniería en el Instituto Politécnico. Con ella no solo intercambió vivencias familiares, sino también académicas; aún la recuerda orientándola a resolver sus tareas escolares.

Para Mariana el futuro es claro: quiere ingresar a la Licenciatura en Matemáticas y piensa postularse a la BUAP para obtener un lugar en la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas.

Este primer encuentro femenil buscó generar mayores oportunidades para que las niñas y las jóvenes desarrollen habilidades matemáticas en un ambiente de colaboración y confianza. En ese sentido, Mariana Rosas expresó con entusiasmo cómo ha conocido a científicas que están dispuestas a apoyar en el área de las ciencias exactas a todas las personas que lo necesitan.

“Creo que las Matemáticas tienen un campo de acción amplio, no sólo son una herramienta para las ingenierías, son multidisciplinarias y se puede trabajar en conjunto con música, medicina, etcétera. Es una de las cosas que más me llama la atención de esta ciencia”, asegura al reconocer que a pesar de que la presencia masculina en esta área es mayoría, existen también mujeres destacadas.

“Cuando entré en contacto con el ambiente, donde la mayoría son hombres, sí tuve algo de miedo, porque la verdad es que sí te llegas a encontrar a compañeros que quizá no les gusta mucho compartir su conocimiento. En un inicio eso me incomodó, pero desde que entré a la preparatoria también he buscado espacios donde se impulse la participación de las mujeres en la ciencia, por eso asistía a talleres, conferencias y otros encuentros que han servido para motivarme. Por ejemplo, durante la olimpiada escuchamos a la doctora Alicia Prieto Langarica, quien decía que cuando estudió Matemáticas también experimentó experiencias similares, pero eso no implica no participar y esforzarse”.