De un proyecto escolar, egresadas crean empresa de mobiliario para bebés

·       Las jóvenes participaron en el programa de televisión ‘Shark Tank’ y lograron el apoyo de la empresaria Patricia Armendáriz

Valentina González/ICM 

La diseñadora gráfica Monique Yaffe y la diseñadora industrial Ronit Tartakovski, ambas egresadas de la IBERO, crearon Zäna (luna, en otomí), una empresa que, en unión con la comunidad otomí de Dongu Puerto, situada en el municipio de Acambay, Estado de México, fusiona el diseño artesanal y contemporáneo para crear mobiliario para bebé.

 

 

Este emprendimiento nació a partir del proyecto de tesis de un grupo de cinco jóvenes, entre ellas Monique y Ronit, que decidieron ir a esta comunidad, famosa por hacer trabajos con tule, herrería y bordados. De la inmersión social, crearon una serie de productos alternativos con esencia otomí, a precio justo y competitivo.

 

Monique Yaffe recordó que cada vez que las y los estudiantes de la IBERO visitaban la comunidad de Dongu Puerto para el desarrollo de su tesis, los habitantes los recibían con un ritual: una limpia con incienso, collares florales y semillas para que siempre tuvieran cariño y alimento en sus vidas.

 

Como resultado del trabajo colaborativo se creó Bïni, una cuna-hamaca-mecedora única en forma, estética y con doble uso que, a través de la funcionalidad, forma y material, busca comunicar valores de armonía, tranquilidad, comodidad y protección durante los primeros meses de vida de las y los bebés.

 

“Quisimos hacer algo con lo cual el bebé se sintiera seguro, cómodo, acogido; por eso creamos una forma que imita la posición del bebé cuando está en el útero. Al mismo tiempo, quisimos que fuera un producto que se pudiera seguir utilizando hasta los 12 años”, platicó Monique Yaffe.

 

Por su parte, Ronit Tartakovski reconoció el apoyo de la IBERO y de los sinodales que tuvieron para su tesis y para el concurso ‘AmarteMX’, organizado por el programa radial A Todo Terreno de MVS, cuyo objetivo fue incentivar a universitarios a utilizar sus conocimientos y lograr cambios trascendentales en comunidades de nuestro país.

 

“Nuestros sinodales de la IBERO nos dieron la confianza y nos motivaron para crear la empresa, aunque ha sido un reto, ha valido la pena. Es una experiencia que nos está trayendo oportunidades”, platicó Tartakovski.

 

La joven añadió que unas de las metas que tienen como negocio es expandirse a más lugares. “Queremos exportar porque en otros países no existe algo como la artesanía de México”.

 

En noviembre de este año, las jóvenes participaron en la quinta temporada de Shark Tank México con su empresa Zäna y lograron el apoyo de la empresaria Patricia Armendáriz.