Tres grandes amigos, fallecidos ayer

Gabriel Sánchez Andraca

Tres grandes amigos nuestros fallecieron en las últimas 24 horas: Alejandro Gallardo Arroyo, Juan Bustillos y el profesor Jorge Carlos Antonio Carlok, los tres destacados personajes de Puebla. El primero, economista y abogado, fue un activo líder universitario de los años setenta y ochenta. Militó en el Partido Comunista Mexicano, pero luego fue desconocido por la intolerancia de algunos grupos de la izquierda, debido a que pretendía la pacificación de la máxima casa de estudios, a lo que se oponían quienes buscaban satisfacer ambiciones personales y no el bien de la institución.

Inició una lucha para evitar que la UAP cayera en la misma situación en la que durante muchos años la tuvo la corriente derechista. Hubiera sido un quítate tú para ponerme yo.

Su lucha fue seguida por un importante número de estudiantes que se negaban a ser manipulados por políticos de izquierda, igual que los derechistas hicieron en sus tiempos de poder, imponiendo su voluntad mediante la violencia..

Las acciones de Alejandro fueron exitosas pues el gobierno del doctor Alfredo Toxqui gobernaba a la entidad y el propósito central de su gobierno, era el de cancelar odios y rencores, pues ya eran muchos años de crisis económica y social por el problema universitario.

Gallardo Arroyo fue fiel a sí mismo: un hombre honesto, con un espíritu abierto a todas las ideas, respetuoso y honrado. Fue un buen diputado local y un eficiente funcionario público y nunca abandonó sus ideales.

Juan Bustillos, fue un periodista que vivió en Teziutlán desde su infancia. Se inició en el periodismo en un periódico bisemanario que se editaba en esa ciudad serrana, cuna de los Avila Camacho. Emigró a la ciudad de México, donde tuvo contacto con periodistas destacados a nivel nacional.

En tiempos del gobernador Guillermo Jiménez Morales, ya era un periodista conocido ampliamente en el medio político nacional y fue entonces cuando entró a formar parte de este diario (CAMBIO) como accionista mayoritario, para iniciar la transformación de las técnicas de impresión que ya estaban prevaleciendo en el mundo, el Offset.

Siendo uno de los columnistas más leídos de la revista Impacto, tuvo oportunidad de entrar en la sociedad que la editaba y luego adquirirla como propiedad suya.

Durante varios años dirigió esa revista con bastante éxito, pero al parecer a últimas fechas había entrado en una crisis económica que no tenía manera de resolver y se decidió a quitarse la vida en un momento de desesperación.

Mandó una dramática carta a su amigo el jefe de Seguridad de la ciudad de México, García Harfuch, en la que explicaba su decisión, ara que no se especulara sobre su muerte.

El maestro y doctor en Ciencias Políticas, Jorge Carlos Antonio Carlok, fue un destacado catedrático del Instituto Normal del Estado y de otras instituciones.

Su trabajo educativo era muy apreciado en la Secretaría del ramo y entre sus compañeros y discípulos. Fue un hombre a quien apasionaban dos cosas: la enseñanza y el análisis político.

Estudió la carrera de maestro de primaria en el Instituto Normal del Estado, cursó la licenciatura en la Universidad Pedagógica Nacional y el doctorado en Ciencias Políticas, en la Escuela Libre de Derecho de Puebla. Sus compañeros, sus discípulos y amigos, lo recordamos con especial afecto. Descansen en Paz.

Un saludo muy afectuoso a sus familiares y nuestro deseo de que encuentren pronta resignación.