PULSO POLITICO. Vuelve a fallar el IEE

Gabriel Sánchez Andraca

La ineficiencia del Instituto Estatal Electoral, vuelve a ser patente en este de por si complicado proceso. En pasadas elecciones locales,, tuvo que hacerse cargo del la organización y vigilancia en la elección de gobernador, diputados locales y presidentes municipales, el Instituto Nacional Electoral a petición de los partidos, que demostraron las irregularidades en que había incurrido el IEE.

El trágico accidente en el que fallecieron el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y su esposa, ya gobernadora en funciones Martha Erika Alonso, obligó a una nueva elección que estuvo a cargo del INE y no del IEE.

En esta elección, con unos partidos políticos desorganizados, desestructurados, desideologizados, etc, el Instituto Estatal Electoral, se ha mostrado igual, sobre todo desorganizado. Las campañas políticas han empezado de hecho el pasado miércoles 5, sin que las autoridades electorales locales, hubieran terminado de integrar las listas de candidatos.

La doctora en derecho Norma Romero Cortés, solicitó su registro como candidata independiente para la presidencia municipal de Puebla. Se le negó en un principio, luego apareció en la lista de candidatos registrados como independiente y luego volvió a desaparecer y finalmente parece que ya quedó incluida.

Total ya se inició el mes de campaña de los candidatos a diputados locales y a presidentes municipales, regidores y síndicos.

Serán unas campañas austeras y con las restricciones a que obligan las reglas sanitarias que están rigiendo al mundo por la pandemia de coronavirus. Pero hay entusiasmo en amplios sectores de la población y eso es bueno.

Los candidatos de todos los partidos, se han preparado convenientemente, en muchos casos, para presentar propuestas realistas, lógicas, a la ciudadanía.

Como dijo el gobernador Miguel Barbosa Huerta, los enemigos del pueblo mexicano en los momentos actuales son: la corrupción, la desigualdad, la inseguridad, y el Covid-19 a los que hay que combatir con fuerza y organización.

Es posible que en el transcurso de las campañas políticas, que serán de un mes, sin actos masivos, sin contactos directos con los electores, sin reuniones que pudieran ser focos de contagio, los partidos políticos todos, lleguen a estabilizarse y a medio organizarse y que después del 6 de junio, se decidan a iniciar una nueva etapa con estructura y organización, para emprender la educación política y cívica de sus militantes y en las elecciones próximas, se puedan tener mejores perspectivas para todos.

EN 1992, SE PRETENDIO DESAPARECER AL EJIDO, un sistema de organización campesina para la explotación de la tierra, que existe desde la Colonia.

Se expidieron reformas a la Constitución para convertir a dichas unidades agropecuarias en propiedades particulares, es decir, factibles de ser vendidas a particulares.

Los neoliberales, autores de ese proceso de cambio en la tenencia de la tierra, fracasaron. Los ejidatarios, salvo algunos, resistieron la tentación de destruir esa forma de organización al darse cuenta que era terminar con el patrimonio familiar que aseguraba la sobre vivencia de sus hijos y nietos.

En el país existen todavía 36 mil 600 ejidos en los más de 2 mil 400 municipios que son la base para un adecuado abasto de alimentos para la población.

Pero el ejido sigue estando abandonado, afirma Leobardo Ortiz, dirigente de la Unión Nacional de Ejidos Forestales y Agropecuarios.

En Puebla hay más de mil 700 ejidos que no reciben los apoyos necesarios para ser mejores productores de alimentos y que en muchos casos, no tienen ni siquiera protección jurídica. Hay en Puebla 240 colonias asentadas en tierras ejidales y que están consideradas como irregulares.

Por todo eso, está solicitando a los candidatos a diputados y a presidentes municipales de todos los partidos, que trabajen en la regularización de la tenencia de la tierra y a fortalecer a los ejidatarios para que sean buenos, eficientes productores de alimentos.

El Ejido es una institución muy nuestra, a la que hay que proteger y fortalecer.

Acabar con el Ejido, como se pretendió ya durante el neoliberalismo, es poner en peligro la estabilidad social, política y económica de todas las entidades federativas.

Por eso, los aspirantes a diputados, a presidentes municipales, deben tener muy claro que el ejido, como sistema de propiedad agropecuaria, debe ser protegido legalmente y brindarle todo el apoyo necesario para su desarrollo.

Habrá reuniones con los candidatos de todos los partidos, ayer las tuvo con los del partido verde y las tendrá con los de Morena y de las demás organizaciones políticas.