PULSO POLITICO. Vigilancia coordinada el día de las elecciones

Gabriel Sánchez Andraca

Elecciones en paz, sin violencia y sin acciones fuera de la ley, es lo que aseguró el gobernador Miguel Barbosa Huerta, al anunciar un operativo coordinado entre el Ejército, la Guardia Nacional, policías municipales y gobierno estatal, para garantizar la tranquilidad y el orden en todo el estado el próximo 6 de junio.

Dijo que algunas policías municipales no serán parte del operativo, porque algunas son el brazo armado de ciertos candidatos, pero en general se ejercerá una vigilancia que garantizará un proceso limpio y en paz.

Las zonas que serán objeto de un operativo especial, son algunas zonas de la capital del estado y su zona conurbada; algunos municipios de la sierra norte y sierra negra, la zona mixteca y municipios del llamado “triangulo rojo”.

EL PAN CANTA VICTORIAS ANTCIPADAS: NO SOLO asegura que ganará la capital del estado, sino el municipio San Andrés Cholula, el municipio de la entidad que tiene el mayor ingreso propio y que por eso es peleado con especial entusiasmo por todos los partidos políticos, especialmente los más viejos y venidos a menos.

En sus declaraciones, dirigentes panistas no se mordieron la lengua cuando afirmaron que el pueblo está cansado de autoridades deshonestas e ineficientes y para eso, ven en los candidatos de Acción Nacional, una salvación.

No se acuerdan que la gente esperó mucho del gobierno de Vicente Fox y que éste decepcionó tanto a la gente, que sin necesidad de campañas negras, de alianzas partidistas absurdas, en las elecciones intermedias de su gobierno, perdieron 50 escaños en la Cámara de Diputados federal.

Y A PROPOSITO DE CAMPAÑAS NEGRAS, LA COMPRA, por parte del gobierno federal de la refinería de Texas que exportaba la mayor parte de los combustibles a México, se ha lanzado a decir que el petróleo pronto dejará de ser necesario pues los automóviles serán eléctricos y que por lo tanto, la compra del cincuenta por ciento de la empresa texana (el otro 50 por ciento era propiedad de PEMEX y los mexicanos no sabíamos) será contraproducente y la califican de absurda.

Técnicos en la materia aclaran las cosas: De acuerdo con el INEGI, en México hay 50 millones de automotores que requieren de combustibles como gasolina y diesel;

Las plantas fabricantes de autos que operan en México y que ocupan a más de cuatro millones de trabajadores, siguen exportando automotores funcionan con gasolina y diesel; los automotores eléctricos son caros y representaron el año pasado el 3.6 por ciento de las ventas totales y hay que aclarar que muchos de ellos son de los llamados híbridos, es decir, de gasolina y energía eléctrica. Total, para renovar los automotores de gasolina que circulan por el país, se requerirán, según los más optimistas, 50 años, es decir, medio siglo.

Mientras tanto se seguirá consumiendo gasolina a lo largo y ancho del país. Si el gobierno no toma sus precauciones para que el país vuelva a ser autosuficiente en la producción de hidrocarburos, estallaría un caos, peor que el que estalló cuando el gobierno decidió frenar el robo de gasolinas que minaba constantemente la economía de PEMEX y habrá gasolinazos a cada rato.

La parte de la refinería que pasó totalmente a Pemex y que era propiedad de una compañía extranjera en un cincuenta por ciento, era un negocio secreto de altos funcionarios federales y de dirigentes sindicales. Por eso una empresa petrolera que en todo el mundo son un buen negocio, en México era un fracaso. Todos robaban.

LLEGÓ A DECIRSE QUE SI EL GOBIERNO MEXICANO administrara la arena del desierto, seguro que quebraría, no solo por una pésima administración, sino por una excesiva corrupción.

Lograr la autosuficiencia energética, la autosuficiencia alimentaria, evitar la corrupción, frenar las exenciones de impuestos a las grandes empresas extranjeras y nacionales, obligar a las concesionarias de minas canadienses a pagar impuestos, ¿es destruir a México?. Hacer lo contrario de todo esto, ¿es patriótico y constructivo?.

Eso es lo que se dice: el mundo al revés.