Por Álvaro Cepeda Neri
I.- Al Correo ilustrado (sección del periódico La Jornada que publica las cartas de sus lectores, del miércoles 10 de junio, de este 2020), llegó la misiva de Patricia Guadalupe Alfaro Guerra, para dar a conocer que en el Día Internacional de los Archivos –es decir, el 9 de junio–, despidieron, tras su fallecimiento, a un trabajador ejemplar y que fue archivista de toda su vida laboral. Se trata de un empleado que mantuvo su trabajo con todo el entusiasmo para organizar, ser compañero siempre amable y servir a los que buscaron en el Archivo de la secretaría de Salud “Rómulo Velasco Ceballos”. La carta-esquela dice: “El compañero Heriberto fue uno de esos personajes indispensables en los archivos, quienes hacen las tareas cotidianas y arriesgan su integridad física con el único propósito de organizar y preservar el patrimonio histórico documental”. Para que se le rinda un homenaje de esa vibrante naturaleza humana, quiere decir que cumplió con su deber y conocimiento del trabajo al que dedicó su vida.
II.- “Muchas veces venía lastimado de sus manos por cargar cajas; asimismo las infecciones de sus ojos eran recurrentes por manipular expedientes sucios o con residuos orgánicos dañinos, pero nunca emitía una queja y continuaba con las tareas asignadas”. Quien escribió y suscribe la carta ha de ser otra trabajadora del Archivo citado y compañera de Heriberto, ya que nos da a conocer la biografía de un trabajador entregado completamente a su labor y, además, señala que siempre mostraba un excelente ánimo y humor, que contagiaba al resto de sus compañeros. Es un ejemplo que debe conocerse, y agradecemos que Patricia Guadalupe nos lo haya hecho notar; pues como él hay muchos mexicanos entregados a su deber. Esos mexicanos que cumplen con sus obligaciones laborales de la mejor manera posible. Así que en estos días tan aciagos, infunde ánimos al espíritu conocer una vida así y llenarnos de ejemplos admirables, para tratar de paliar un poco los dramas que nos atormentan.
III.- Ejemplos que desafortunadamente han proliferado en el desarrollo de la pandemia que ha estado azotando al mundo desde hace varios meses, como los de las enfermeras, los médicos, los camilleros, los sepultureros y los cremadores, etc.; además de esos que inyectan ánimos y optimismo sobre la calidad humana que siempre se hace visible en la normalidad de la vida cotidiana, como el de Heriberto Martínez Ladrón de Guevara. “Él fue pionero, junto con el equipo que lideraba el licenciado Félix Alonso Gutiérrez del Olmo en la organización documental y física del Archivo Histórico de la Secretaría de Salud Rómulo Velasco Ceballos. También era un buen narrador de historias”. Así que ha hecho mucho bien la autora de la carta en recordar a ese archivista, que siempre realizó su labor con entusiasmo y dejó en sus compañeros ese recuerdo que nos participó una de ellas, con palabras que lo dibujan en todo su contexto humano. Es un conmovedor testimonio que lo retrata en todas sus dimensiones, y muestra que prevalece lo mejor de la calidad humana en quienes concurren a su trabajo con entusiasmo.