Pensamientos que van y vienen

Por Tonatiuh Valenzuela Blanco

 

“Debes sentarte sin juzgar, observando los pensamientos que fluyen a través de ti. Sin interferir. Si juzgas, si dices “esto es bueno” o “esto es malo”, has perdido la pura observación.” 

Filosofía zen

He discutido tanto con mi mente y me doy cuenta que la turbulencia viene de la representación interna que tienes de lo que percibes e interpretas del exterior, de lo malo que podría ocurrir y creas con tu imaginación excesiva una película de terror

Uno es calma cuando te sumerges en el silencio, cuando sientes la conexión de tu ser con la vibración universal. Es ahí donde poco o mucho importa lo que sabes de la lógica. En estos momentos de paz y serenidad, es posible observar y estar consciente de los pensamientos intrusos, que van y vienen, así como el viento. 

Y te preguntas como a pesar de que los seres humanos llevamos años de evolución y seamos tan complejos, resulte tan difícil desarrollar y ejercitar ese poder tan inmenso que se llama autoconsciencia y sale de tu interior. 

Los pensamientos que roban la paz merecen ser ignorados, mas no juzgados, porque también quieren comunicarte algo, su intención puede ser positiva y no tendría sentido tratar de eliminarlos, ya que la guerra interior seguirá mientras estés con vida.

Los pensamientos no son ni buenos ni malos, son energía e información que fluyen continuamente con tus experiencias; objetivas y subjetivas, lo importante es mantener un equilibrio en ese flujo de ideas, que no llegues a un punto en donde pienses más de lo que hablas y te sientas dominado por una tempestad intrínseca que desborde por salir, a veces son tantos pensamientos que, aunque son imperceptibles siguen estando allí.

Lo triste es cuando tu realidad, junto con tu tiempo presente, se ven afectados por quedarte varado en esa ilusión y te pierdes momentos maravillosos por prestarles demasiada atención. La persona que es capaz de distinguir qué pensamientos vale la pena escuchar se gana mi respeto y se ha convertido en sabio.

Cuando te dominan los pensamientos catastróficos y obsesivos, por más que intentes desviar tu atención con palabras positivas, no es suficiente para ahuyentarlos, ya se han instalado en tu mente y lo único que resta por hacer es dejarlos ir, ignorándolos hasta que perezcan.

Los pensamientos son importantes y necesarios para el completo desarrollo de mi persona, ¿qué sería yo sin mi cerebro y sus tropas…?, bendecido entre las especies, dotado de un potencial para sobrevivir y adaptarse a cualquier situación que la vida me presente.

Ahora valoro la paz mental, me he convertido en un joven filósofo moderno, sin la barba suficientemente larga para ocupar el puesto, pero en el fondo yo sé que un poder superior crece dentro de mí, con tanta fuerza que me mantiene en pie como soldado, después de alguna crisis que puede ser curada por la enfermera conciencia, esa vocecita que te advierte de los pensamientos perturbadores y que mal consejo dan.

La confusión mental comienza cuando prestas atención a los pensamientos que roban tu equilibrio, tu familia no te puede ayudar, porque se trata de algo interno, si acaso te darán consuelo, brindándote apoyo emocional.

 

Mientras tu cuerpo permanece estático tu mente puede viajar con el poder de tu imaginación y recorrer lugares, situaciones, recuerdos, que generan emociones; a veces negativas o a veces positivas, que repercuten en tus actitudes y acciones. Los pensamientos fluyen constantemente como el caudal de los ríos, moviéndose todo el tiempo dentro de tu mente que está en constante cambio.

Tu vida es del color de tus pensamientos; a veces se tiñe de gris, otras veces es colorida, vibrante, llena de optimismo y superación, de acuerdo a las historias que recreas en tu mente, para ser sincero, a veces asusta lo que los negros pensamientos pueden llegar a generar, cosas tan negativas como; el miedo, la ira, la maldad y ansiedad.

Lo importante es dedicar un tiempo diario para meditar y tratar de vaciar tu mente, sacando la basura que frena tu desarrollo personal y esto lo puedes hacer con un simple ejercicio utilizando una vela encendida, siéntate cómodamente y observa el fuego, se capaz de vencer el vaivén de tus incesantes ideas, sólo es cuestión de esperar un tiempo y concentrarte únicamente en la flama.

Aprender a estar solo contigo mismo es la mejor cura para conocerte, recapacitar, reflexionar o sanar las heridas profundas de tu mente. Pensar es algo natural, lo complejo reside en saber regular la imaginación para que no se desborde y te saque de tu realidad o te lleve a crear una situación ficticia. 

Considérate afortunado de seguir vivo y demostrarte que eres capaz de sanar tu mente siendo más consciente de lo que te rodea, especialmente de tu mundo interno, porque en ti mismo encontrarás todas las respuestas que buscas.

Correo electrónico: nickytona_vb@hotmail.com

 

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