la muerte no es la mayor pérdida en la vida. la mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos.”                                                

Norman Cousins
Por Tonatiuh Valenzuela Blanco

Tiempo contado

Nacimos con el tiempo contado, nuestro destino depende en parte de nosotros, si decides vivir o sobrevivir, si te enamoras de la vida o pierdes las ganas de vivir. Las manecillas del reloj avanzan inexorablemente para advertirte que algún día, tu corazón dejará de latir.

No importa los fracasos que hayas tenido, si actuaste mal y te sientes culpable, lo hecho, hecho está y hay que aprender la lección que la vida nos da, por muy dolorosa que sea, son esos golpes, los que fortalecen y forjan el carácter. 

Aún no es tu hora, si caíste ¡levántate! todavía hay mucho por aprender y vivir. A pesar de los días grises, en el fondo de tu ser espera pacientemente la esperanza, ella te dará la fuerza que necesitas para seguir viviendo.

 

Hora tras hora, día con día, año tras año, está más cerca tu encuentro con la muerte y su guadaña, no hay tiempo que perder, lo más terrible y trágico es que la gente no viva, aunque camine y respire. La vida puede ser trágica o mágica, dependerá de ti.

 

Seguramente en tu lecho de muerte disfrutarás y apreciarás lo maravillosa que es la vida hasta la última bocanada. No temas a lo desconocido, el fin, algún día llegará y se descorrerá el velo del más allá.

 

De nada sirve devanarte los sesos, pensando si al morir ya no hay nada, si el vacío del Universo te absorberá, si los gusanos te comerán, eso te llena de pavor, ¿qué objeto tiene torturarte con preguntas que por ahora no puedes responder?

 

Aunque nuestro tiempo esté contado y la muerte sea un evento inevitable, creo que el espíritu es inmortal, qué la consciencia sobrevivirá; lo sé, la llama de la esperanza y la fe está encendida en mi interior.

 

El ciclo de la vida es interminable, hay tantas teorías sobre lo que podría ocurrir después de la muerte que te puede confundir. No importa si tu tiempo esté contado; por ese gran relojero, llamado destino. No sé si tu vida será larga o corta, si tu deceso será doloroso o tranquilo, lo importante es la huella que dejes, los amigos que hagas, el amor y la pasión que deposites en tu labor, tu contribución personal a la humanidad.

 

No temas a algo tan natural como morir, todo muere y vuelve a renacer. Nunca te canses de vivir en un eterno presente, no te canses de ser, no malgastes tus horas sufriendo, atenazado por el miedo. Aún estás vivo. Este es el lugar. Este es tu momento. ¡Disfrútalo!”

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