Lo juzgaron, sin razón. Carlos Ravelo Galindo, afirma:

EN LAS NUBES

 

Pero antes una celebración, que compartimos.

Mañana día 30 de junio llega a 83 años nuestro colega-amigo-hermano don Teodoro Rentería Arroyave. A él a Silvia, a sus hijos y nietos las mañanitas adelantadas, desde la Santa Distancia.

Ya estamos cansados.

A dónde se fueron el optimismo, el compromiso y las promesas de las primeras semanas del encierro.

Mientras en Ciudad de México las jacarandas, florecieron y  perdieron sus pétalos.

Desde la ventana vimos cómo las calles se quedaron vacías y ahora volvieron a poblarse.

Hemos visto el cambio de las estaciones.

Nos dicen.

El sol de Buenos Aires cedió el paso al gris otoño.

En Lima la luz blanca y templada de finales del verano se ha vuelto una nube plomiza, húmeda y fría.

En efecto igual quedó sin veredicto un juicio de casi 20 años contra Hernán Cortés.

Al respecto la historiadora Rusia MacGregor, precisa:

“Carlos la historia es un cúmulo de situaciones de cada uno de quienes la escriben.

Verdad o mentira. Nunca lo sabremos, pero ahí está.

Quién sabe qué se leerá dentro de algunos años sobre nuestra historia actual. Lo leeremos desde las Nubes. Besos”.

Siempre optimista.

Cortés fue sometido a un proceso de residencia que no se inventó para el conquistador, sino que se hacía a todos los funcionarios con determinada importancia y responsabilidad, a fin de verificar que en todo lo hecho durante su gestión no habían caído en corruptelas.

La herencia renacentista de Hernán Cortés dejó su evidencia desde 1519, cuando estableció el Ayuntamiento en la Villa Rica de la Vera Veracruz.

Y redactó e instituyó una serie de leyes que de alguna manera garantizaban la convivencia de todo ese grupo peninsular, además de que protegía al poder real en estos territorios.