DETRAS DEL PODER. ¿Que adversario merece su respeto?

José Antonio López Sosa

Puerto Peñasco, Sonora.- El presidente López Obrador una vez más –como es cotidiano– arremente contra periodistas, intelectuales, medios de información, en fin, contra todo aquel que se manifieste en contra de sus decisiones con relación al manejo de la cuarta transformación.

El presidente los mete en un solo saco a todos: conservadores, vividores del estado, gente que pone en venta su palabra, traidores, en fin, una serie de calificativos que los ubica en el lado incorrecto de la historia, desde la visión del presidente.

Habla mucho López Obrador de la democracia, dice que no existía la democracia en México hasta su llegada, sin embargo, se contradice cuando acusa a quienes no piensan como él. ¿Qué no la democracia permite coexistir entre personas con distintas ideologías políticas y económicas?.

Mi pregunta es, ¿a qué adversario respeta López Obrador?, en otras palabras, ¿a qué persona que no piensa como él la puede respetar y considerar un ente valioso en la condición democrática del país?, la democracia no debe convertirse en un pensamiento único, la democracia no se trata de descalificar a todo el que no piensa como el gobernante, la democracia no son blancos y negros, son precisamente tonos grises que se logran a través de la negociación y los acuerdos.

La política es negociar, contraponer posiciones de poder y lograr acuerdos en beneficio de las mayorías, la política no tiene por objeto imponer un pensamiento único y perseguir al que piensa diferente.

En este punto es donde me pregunto por la percepción ideológica del presidente, dónde pone en el discurso esa parte de la democracia donde debemos caber todos, donde las distintas formas de ver al país, la economía y la política (incluso desde la visión que él denomina como conservadora) deberían cohabitar para hacer crecer al país.

Entre más se acerca la elección, más iracundas son las respuestas del presidente con relación a su oposición, la trata de vestir como enemigo de México cuando no es así.

Sí, la alianza PRI-PAN-PRD representa la prostitución total de los partidos políticos en México y el pretexto de su unidad me parece pueril, no han tenido por separado la capacidad de generar cuadros y liderazgos, sin embargo, es su derecho participar y crear contrapesos al poder absoluto que hoy, MORENA tiene. Y no está mal.