DETRAS DEL PODER. La mutación de las mañaneras

José Antonio López Sosa

Las conferencias de prensa del presidente López Obrador han mutado desde aquel lejano diciembre de 2018. Comenzó como un ejercicio de rendición de cuentas y ahora, se trata de una tribuna para dar lecciones de historia e insistir desde todos los ángulos, que la culpa de todos los males de México son producto de los gobiernos comenzando por Porfirio Díaz y hasta Enrique Peña Nieto.

En verdad coincido con el diagnóstico del presidente, sin embargo, este lo conocíamos desde la campaña de 2018, por algo más de 30 millones de personas votaron por él.

El hecho de insistir todas las mañanas en que los neoliberales saquearon el país, en cómo la prensa vendida se cuadró con Porfirio Díaz, de cómo en el sexenio de Peña Nieto se trató de vender al país, es una retórica que ya no nos hace falta a los mexicanos. Ahora bien, además de estas clases de historia, el presidente arremete una y otra vez contra quienes piensan distinto, no importa si son ciudadanos, intelectuales, gobernadores, periodistas, medios de información o activistas políticos; pareciera que está prohibido pensar distinto, irónicamente cuando el presidente dice a cada mañana «prohibido prohibir».

Resulta una falsa premisa, si bien no hay censura oficial como ocurría en los años dorados del régimen priísta, sí hay un escarnio público en sus conferencias de prensa cuando arremete e insulta a diestra y siniestra. El presidente fomenta y promueve la polarización y se mimetizó con aquello contra lo que lucho, el gobierno electorero.

No encuentro otro objetivo en el presidente –por lo menos en estos meses– que ganar la elección de junio, es decir, conservar la mayoría en el congreso y ganar la mayoría de las gubernaturas para su partido, es legítimo, para eso trabajan los políticos, pero aquí lo que no corresponde con su discurso de candidato son las formas.

Esta mutación de las mañaneras no le beneficia a nadie, quizás a largo plazo ni al propio presidente de la república, aunque no lo quiera ver o no haga caso a sus asesores con relación al tema.

Hoy en día, en las conferencias de prensa en Palacio Nacional no se informa, se hace propaganda todos los días y en teoría, ese no es el objeto de una conferencia de esa naturaleza.

Apuntes a nuestro subdesarrollo.