Cuando el miedo descubre lo poderoso que es tu verdadero ser

Tonatiuh Valenzuela Blanco

Estudió la Licenciatura de Educación Deportiva en el Instituto Leonardo Bravo. Publica ensayos literarios en el Portal de Noticias del Semanario Siete Días de Puebla y El Dictamen de Veracruz, Decano de la Prensa Nacional y en la revista de Literatura Pueblos de la Mixteca, que se distribuye impresa y en electrónico en México y en los Estados Unidos de América. Actualmente está por integrarse al sistema educativo como profesor de Educación Física.

No es malo tener miedo Lo malo es dejar que el miedo domine tu vida

Aquella noche que transcurrió tan lenta y sofocante, en donde los miedos se apoderaron de mis pensamientos, interpretaciones y sentimientos, poco a poco mostraron un espejismo lúgubre, que invadió las entrañas de mi ser, creyendo que fue verdad.

Cuando presto atención al falso mensaje de los miedos, que es lo opuesto al amor hacia todo ser vivo por el simple hecho de existir, vivo en el sufrimiento y eso; no es vivir, es sobrevivir prisionero de la cárcel del temor.

Una noche te puede enseñar mucho, cuando dejas de pelear contra ti mismo aparece la respuesta. Cuando estás inmerso en esa oleada de pensamientos turbios, llega la incertidumbre y hasta un simple baño puedes percibirlo como amenaza.

Tu verdadero ser es mucho más que tus miedos y tus pensamientos, retornar a él es tu salvación. Libérate de los virus mentales como son; los miedos, las dudas, especulaciones que están más allá de la realidad, el odio y agresión que rebotan hacia ti mismo, el autosabotaje, la vergüenza y la culpa.

Permanece en el presente, que es lo que en realidad tienes, tu yo verdadero reside en tu interior, bajo esa espesa barrera de niebla que te impide experimentar el infinito poder y amor de Dios.

Los miedos pueden hacer que absolutamente todo sea tu enemigo, principalmente tú mismo, pareciera que todo está perdido, llega un momento en que los miedos te paralizan, pierdes la esperanza de que el sol vuelva a brillar una vez más.

Mi experiencia me enseñó que la esencia de mi ser es más poderosa que esa oscuridad, tu verdadero ser es la luz entre las tinieblas, eres parte del manantial sagrado que alimenta tu alma en todo momento, tu eres más fuerte de lo que crees, eres hijo, heredero y propietario de todo lo bueno y mereces ser feliz porque esa es tu verdadera naturaleza.